Después de semanas de estancamiento, la policía israelí dio el ultimátum al primer ministro, Biniamín Netanyahu para que señale la fecha que se llevará a cabo un nuevo interrogatorio, en caso contrario la policía lo establecerá arbitrariamente, como lo hacen para cualquier civil convocado a interrogatorio, en tal caso el primer ministro tendría que cumplir sin reparos.
El nombre de Biniamín Netanyahu figura en cuatro expedientes policiales y es considerado sospechoso por la Policía de soborno, fraude y trato de confianza.
El interrogatorio se requiere para que el Primer Ministro proporcione su versión de los testimonios recogidos en las investigaciones en su contra, particularmente la del productor multimillonario Arnon Milchan. El caso 1000, que investiga los regalos otorgados por varios empresarios multimillonarios al mandatario o a su esposa.
El caso 2000 sobre una supuesta negociación de Arnon Mozes, dueño de Yediot Aharonot, para mejorar la cobertura con Netanyahu a cambio de legislar para controlar la distribución de su competidor el diario Israel Hayom.
El caso 3000 vinculado a la compra de submarinos militares a Alemania y el caso 4000 referido al tema Bezeq.
Para completar las investigaciones contra Netanyahu, los investigadores de la policía necesitan al menos una sesión de interrogatorio más extensa.
Las demoras expuestas por la Oficina del Primer Ministro se debieron en un principio porque Netanyahu viajaba al extranjero por asuntos oficiales, luego llegaron las fiestas y más tarde su oficina informó que el Primer Ministro estaba muy ocupado.
Los oficiales de la policía estiman que la Oficina del Primer Ministro está tratando de “hacer tiempo” y sus funcionarios intencionalmente están demorando dar una fecha para el interrogatorio.
El ultimátum establecido por la policía se produjo después de una disputa pública entre Netanyahu y el Comisario General de la Policía, Roni Alsheikh, a quien acusara de filtrar datos a la prensa acerca de los casos en los que el mandatario estaría involucrado.