Trump tratará de acercar a Israel y los palestinos a la paz en su próxima visita

19 mayo, 2017 , , ,
Donald Trump y Biniamín Netanyahu Foto: GPO Kobi Gideon

La visita del presidente de EEUU, Donald Trump, a Israel y la Autoridad Palestina los próximos 22 y 23 de mayo ha generado expectación sobre su impacto en el estancado proceso de paz y ha llevado a ambas partes a tratar estos días la posibilidad de intercambiar gestos de buena voluntad.

Cuando quedan apenas unos días para el viaje oficial, funcionarios estadounidenses se reúnen con las partes para, además de ultimar los preparativos, negociar concesiones que ambas puedan ofrecer para mejorar el clima y que pueda producirse un acercamiento.

Hoy llegará a la región el enviado especial del presidente, Jason Greenblatt, para ultimar la visita y tratar de arrancar a las partes gestos recíprocos de buena voluntad.

Recientemente Greenblatt se reunió en Bruselas con el ministro de Cooperación Regional, Tzahi Hanegbi, y con el titular de Finanzas palestino, Shukri Bishara, para tratar de impulsar un acercamiento.

Bishara se entrevistó con su homólogo israelí, Moshe Kahlon, para concluir detalles de algún tipo de gesto entre las partes.

Una de las medidas sería, según el diario Yediot Aharonon, la ampliación a 24 horas de la apertura del cruce fronterizo de Allenby (hasta ahora abierto entre 7 y 16 horas al día), que controla Israel, comunica Cisjordania (Judea y Samaria) con Jordania, para agilizar el cruce de los palestinos (sus principales usuarios).

El próximo domingo, se espera que el Gabinete de Ministros debata en su reunión semanal otras decisiones para mejorar la situación de los palestinos en Cisjordania y Gaza.

La Administración estadounidense mantiene cautela y no ha desvelado ninguna iniciativa concreta de Trump para impulsar el diálogo, aunque en un primer momento se llegó a especular con una posible reunión tripartita de este con el primer ministro, Biniamín Netanyahu, y el presidente palestino, Mahmud Abbás.

Pese a que la reunión tripartita está ya descartada y no se han difundido propuestas concretas, Trump ha reiterado en varias ocasiones su disposición a implicarse en la búsqueda de una solución por lo que se espera que de algún paso en ese sentido.

Cuando menos, instará a unos y a otros a hacer concesiones que puedan generar un clima propicio para el reinicio de negociaciones, estancadas desde hace tres años y que no han conseguido resultados finales en más de dos décadas.

Por su parte, Estados Unidos ha descartado de momento trasladar su embajada de Tel Aviv a Jerusalén, para no obstaculizar el proceso de paz.

El avión que traslada a Trump aterrizará en el aeropuerto de Ben Gurión (cerca de Tel Aviv) a media mañana del 22 y desde allí se desplazará en helicóptero a Jerusalén, donde mantendrá en primer lugar un encuentro con su homólogo, Reuvén Rivlin, antes de trasladarse al Museo del Holocausto (Yad Vashem) para una visita protocolaria.

Tras hacer una ofrenda de flores en recuerdo de las víctimas del Holocausto, Trump pronunciará un discurso en el Museo de Israel, antes de cenar con Netanyahu y su esposa.

Al día siguiente hará una visita privada a la Ciudad Vieja de Jerusalén, donde acudirá al Muro Occidental o “Kotel Hamarabí” (conocido en el mundo gentil como el Muro de los Lamentos) y al Santo Sepulcro, para luego desplazarse a la ciudad cisjordana de Belén, donde se reunirá con Abbás.

Pese al posible impulso de un proceso de negociación que sugiere su llegada, los sectores más de derecha del espectro político van en otra dirección y tratan de empujar al Gobierno a que aproveche el mandato de Trump y su declarado apoyo al país para anexar sectores de Cisjordania, conquistada en la Guerra de los Seis Días de 1967.

Haim Katz, jefe del Comité Central del Likud (el partido de Netanyahu), anunció que convocará en un mes a ese órgano para debatir una propuesta de ley para «anexar Judea y Samaria (nombres bíblicos de Cisjordania) y aplicar allí la soberanía israelí».

La oficina de Rivlin informó de que en la residencia oficial se afanan por ultimar los preparativos para la recepción oficial.

El Ministerio de Defensa, por su parte, está construyendo un complejo de seguridad en el Aeropuerto Internacional Ben Gurión para alojar a cientos de funcionarios, cargos relevantes y los cerca de 300 periodistas que cubrirán la llegada del presidente estadounidense.

Se espera también que estén operativos más de 10.000 agentes de la Policía en Jerusalén durante las poco más de 24 horas de la estancia de Trump, a quien acompañarán su esposa Melania, su hija Ivanka y su yerno Jared Kushner. EFE y Aurora

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