El presidente estadounidense, Donald Trump, manifestó al presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbás, que la Casa Blanca está trabajando en un nuevo plan de paz palestino-israelí, pero necesita más tiempo para presentarlo.
Altos funcionarios palestinos dijeron al periódico Haaretz que tras la reunión que se celebró al margen de la Asamblea General de la ONU en Nueva York, los dirigentes palestinos esperaban que la Casa Blanca presentara una propuesta o un documento de posición sobre la renovación de las negociaciones dentro de unas semanas.
Un asesor de la Casa Blanca señaló que los asesores de Trump en Oriente Medio -en particular Jared Kushner y Jason Greenblatt- continúan sus conversaciones con representantes israelíes y palestinos, pero creen que no tiene sentido crear un calendario artificial o arbitrario para las conversaciones.
En una entrevista con el diario londinense Al-Quds Al-Arabi antes de su reunión con el presidente estadounidense, Abbás confirmó que durante la visita de Kushner a la región en agosto, los ayudantes de Trump habían pedido un plazo de un mes para elaborar propuestas para renovar las negociaciones, y que había acordado.
La Autoridad Palestina acordó esperar a que se presentara la propuesta de Estados Unidos antes de tomar medidas diplomáticas significativas.
El enviado palestino a Estados Unidos, Husam Zomlot, dijo a Haaretz que Abbás aclaró a Trump la posición palestina, incluyendo “el camino hacia un acuerdo que conduzca al establecimiento de un estado palestino soberano a lo largo de las fronteras de 1967”.
La Autoridad Palestina atribuye gran importancia al hecho de que tanto la Casa Blanca como el Departamento de Estado no han respondido hasta ahora a los informes de los medios sobre un nuevo esfuerzo egipcio para conciliar la Autoridad Palestina y Hamás. El liderazgo palestino ve la ausencia de críticas estadounidenses al esfuerzo de reconciliación como una luz verde de facto para que se concrete.
La Autoridad Palestina también cree que esta falta de oposición refleja la opinión del gobierno de que la reconciliación es una cuestión política palestina interna.