Tres religiones se conjugan en Jerusalén

8 enero, 2017

Jerusalén se ha mantenido en el centro de la vida nacional y espiritual del pueblo judío desde que el rey David la hizo capital de su reino hace más de 3.000 años atrás. Desde la destrucción de Jerusalén y su Templo en el año 70 EC hasta la restauración de la soberanía judía en el país con el establecimiento del Estado de Israel en 1948, la ciudad estuvo controlada por sucesivas potencias extranjeras; la mayoría dejó su marca en ella, pero ninguna la convirtió en su capital nacional.
Hasta la segunda mitad del siglo XIX, Jerusalén era una ciudad amurallada formada por cuatro barrios distintivos: judío, musulmán, armenio y cristiano. Desde 1860 en adelante, la creciente población judía, que había mantenido una presencia continua en la ciudad a lo largo de los siglos, pasó a ser mayoría y empezó a construir nuevos barrios fuera de las murallas, que formaron el núcleo de la moderna Jerusalén.
7jerusalen2Bajo el dominio británico (1918-1948), Jerusalén se transformó de una descuidada y pobre ciudad provincial del imperio otomano en una floreciente metrópoli. Durante este período fueron establecidos muchos nuevos barrios, reflejando cada uno de ellos el carácter del particular grupo étnico que lo fundó, o para el cual fue construido.
Las líneas de armisticio fijadas al término de la Guerra de Independencia de 1948-49 dividieron a Jerusalén en dos, controlando Jordania la parte oriental, que incluía la Ciudad Vieja, e Israel la sección occidental, que pasó a ser la capital del país. Durante los siguientes 19 años, muros de hormigón y alambradas de púas separaron ambas mitades de la ciudad.
Jerusalén fue reunificada en 1967 como resultado de una guerra en la que Jordania intentó apoderarse del sector occidental. Hoy en día es la ciudad más grande de Israel, con más de 658.000 habitantes. Es una ciudad que mira simultáneamente tanto a su pasado como a su futuro, restaurando sitios antiguos, mejorando la infraestructura y construyendo nuevos barrios; es la capital de Israel, aquí se encuentra la residencia del presidente, la Knéset (parlamento de Israel), la Corte Suprema y los ministerios de gobierno; es una ciudad de poblaciones diversas – judíos y árabes, observantes religiosos y laicos, orientales y occidentales; es una ciudad en la que florecen las artes dentro de una activa vida cultural que es tanto internacional en su esfera de acción, como singularmente israelí.
Muchos lugares sagrados para las tres principales religiones monoteístas están ubicados en Jerusalén: el Muro Occidental, último remanente del Segundo Templo y foco de las plegarias y fuente de inspiración para los judíos en Israel y en todo el mundo; el Domo de la Roca, que marca el sitio tradicional del ascenso del profeta Mahoma al cielo; la mezquita de El Aksa, considerada el tercer lugar sagrado del Islam después de La Meca y Medina; el Jardín de Getsemaní, la Iglesia del Santo Sepulcro, la Vía Dolorosa y otros sitios cristianos relacionados con la vida y muerte de Jesús de Nazaret, para mencionar tan sólo a algunos. Los casi dos millones de visitantes que inundan Jerusalén cada año vienen a apreciar sus bien mantenidos sitios históricos y lugares santos y a disfrutar de los aspectos de su carácter multiétnico y multicultural.

Jerusalén en la tradición judía
Jerusalén, la ciudad más sagrada para el judaísmo, es mencionada cerca de 700 veces en el Antiguo Testamento. Fue la ciudad capital del antiguo reino de Israel y el lugar del Templo Sagrado (Beit Hamikdash). Los judíos de todo el mundo hacían peregrinaciones al Beit Hamikdash tres veces al año para participar en las festividades, de acuerdo con el mandato de la Torá. Jerusalén y el Beit Hamikdash continúan siendo el foco de la nostalgia, aspiración y plegarias de los judíos. Las plegarias diarias (pronunciadas mirando en dirección a Jerusalén y el Monte del Templo) y la acción de gracias recitada después de las comidas, incluyen numerosas súplicas por la restauración de Jerusalén y el Beit Hamikdash.
Los judíos ayunan y están de luto el noveno día del mes hebreo de Av, la fecha en que el Primero y Segundo templos fueron destruidos. Los casamientos judíos concluyen con la frase bíblica “Si te olvidara, Oh Jerusalén, olvidaré mi diestra” y el rompimiento de una copa de vidrio por parte del novio para recordar la destrucción del Templo. Yom Kipur y Pesaj o Pascua concluyen todos los años con la frase “El año próximo en Jerusalén”.
El Monte del Templo es el lugar más sagrado del judaísmo. De acuerdo con la tradición judía, el Templo fue construido sobre el Even Hashtiya, la piedra sobre la cual se creó el mundo. El Muro Occidental, o Muro de los Lamentos (llamado comúnmente el Kotel), es el vestigio de la pared de contención exterior, construido por Herodes para aplanar y expandir el espacio donde se construyó el Segundo Templo. Su santidad se deriva de su proximidad al lugar del Templo y específicamente por su cercanía a la pared occidental del lugar más sagrado del Templo (el Kodesh ha Kodashim), el santuario interno donde se encontraban las tablas de la ley (el Arón HaBrit), al que sólo el sumo sacerdote (kohen gadol) podía entrar en Yom Kipur.

Jerusalén en la tradición musulmana
Jerusalén cobró significado sagrado para el Islam bajo los Umayyads (661-750 DC). Viéndose desafiado en el poder por Ibn al-Zubayr, el rebelde que comandaba en La Meca, el califa Abd al Malik, quien radicaba en Siria, se dedicó a consolidar su influencia estableciendo en Jerusalén un nuevo lugar de adoración para sus fieles, reemplazando así a La Meca. Construyó el Domo de la Roca (Masjid Qubbat AS Sakharah) en 688-691 DC en el mismo lugar donde existieron los Templos Judíos. Dos décadas después, en 715 DC, los Umayyads construyeron otra mezquita en el Monte del Templo llamada La Mezquita Alejada (Masjid al Aqsa) para referirse a la “mezquita alejada” a la que se alude en el Corán (17:1). Este era el lugar metafórico desde donde, según se decía, Mahoma había ascendido al paraíso en una visión (llamada en árabe Mi’raj) luego de un viaje desde La Meca (la Isra) sobre un burro alado llamado Al Buraq.
Aunque el Corán no menciona en ninguna parte a Jerusalén o al Monte del Templo, la designación de un lugar concreto para lo que hasta ese momento había sido un lugar figurativo, proveyó a los musulmanes de un nuevo lugar religioso. Posteriormente, varios versos del Corán se interpretaron en referencia oblicua a Jerusalén y los musulmanes cambiaron el nombre del Monte del Templo por el de Noble Santuario (al Haram al Sharif).
Con el pasar del tiempo, la importancia de Jerusalén como ciudad sagrada para el Islam ha variado extremadamente. Durante el período entre 1948 y 1967, cuando se hallaba bajo el control de Jordania, el mundo musulmán descuidó Jerusalén y sus lugares sagrados. Desde que Israel tomó el control del Este de Jerusalén y reunificó la ciudad, los palestinos han mostrado un gran interés por despertar el fervor religioso del mundo musulmán y árabe para recobrar la ciudad de Jerusalén, que pertenece a Israel.

Jerusalén en la tradición cristiana
Según la tradición cristiana, muchos de los eventos de la vida y obra de Jesús ocurrieron en Jerusalén. Se cree que la Última Cena, como se llama a la última comida que Jesús compartió con sus discípulos antes de su muerte, ocurrió en una habitación (el Coenaculum) del segundo piso del edificio considerado como la tumba del Rey David, que se sitúa en el Monte de Sión.
El Jardín de Getsemani, donde Jesús sufrió por sus pecados la noche antes de su crucifixión, se ubica en la parte baja del Monte de los Olivos, en Jerusalén. También, en el Monte de los Olivos está la Iglesia de la Ascensión, donde, de acuerdo a la fe cristiana, Jesús ascendió al paraíso (en la actualidad está regida por musulmanes y cubierta por una cúpula). La Iglesia del Santo Sepulcro, construida por Constantino el Magnifico, marca el lugar de la resurrección, dentro de las murallas de la ciudad vieja. Se cree que las ruinas del Gólgota, el monte sobre el cual Jesús fue crucificado, se encuentran dentro de la iglesia. En la iglesia viven sacerdotes de la iglesia católica y de la iglesia ortodoxa oriental. La Vía Dolorosa, que termina en la Iglesia del Santo Sepulcro, es la vía tradicional por la que caminan los peregrinos cristianos para recrear simbólicamente los eventos de la pasión de Cristo.
Debido a la conexión de Jesús con estos y otros lugares, Jerusalén es una ciudad venerada por los cristianos de todo el mundo.
Siglo tras siglo Jerusalén ha sido el símbolo de la santidad y el foco del peregrinaje religioso. Muchas veces ha sido testigo de grandes cambios y cataclismos históricos. La riqueza del pasado está siempre presente en la ciudad, que hoy en día es una capital activa en el moderno Estado de Israel. Jerusalén celebró el 40° aniversario de su reunificación en 2007 y, dado que es la capital de Israel, se prepara para celebrar el 50° aniversario de la independencia del país este año. Pero la ciudad es mucho más que un nexo con la historia y la espiritualidad. Es un popurrí de culturas, costumbres y creencias, que se refleja en un colorido collage humano, un complejo fascinante y dinámico, tan misterioso como abigarrado y un lugar donde el visitante está seguro de encontrar aquello que más le interese, sin importar su procedencia o religión.

Compartir
Subscribirse
Notificarme de
guest
6 Comentarios
Inline Feedbacks
Ver todos los comentarios