The Bookshop: Es una película que aspira más de lo que llega

8 agosto, 2018

Henry Weich

Janut hasfarim (Reino Unido, 2017). Dirección: Isabel Coixet

La premier internacional es una especie de gala en el Festival de Berlín, el film ya ha tenido un respetable éxito de taquilla en España, alzándose con sendos premios Goya. Está basado en una novela de 1978 de Penelope Fitzgerald y Coixet, experimentada cineasta que la adecuó para el cine. Su adaptación es bastante fiel a la prosa levemente cínica de la autora y mucho se ha preservado dándole a la gran Julie Christie el papel de relatar, buena decisión porque su tono seco, nostálgico y hasta acerbo le quita comodidad potencial a la historia, pero sin embargo el film se apoya mucho en esa narración en muchas escenas donde el relato visual sería más apropiado.

Es algo que sucede en una pequeña comunidad de Hardborough, un mundo de reglas estrictas y barreras de clase bastante ocultas a la vista pero que se van percibiendo a medida que transcurre la acción. Es de lo que se entera rápidamente la viuda Florence cuando se instala ahí, habiendo comprado una propiedad llamada la casa vieja, trata de convertirla en la primera librería del pueblo. Es un propósito virtuoso, al menos aparentemente y los pobladores parecen estar encantados con la idea, si bien no pocos admiten no ser grandes lectores.

Pero la reina de ese pequeño hervidero, Violet, anuncia con gran decoro, ser una oponente de la noble causa y airea su idea de que el espacio sería mejor aprovechado como un centro de arte local. Se forman las líneas de batalla, y aliados se encuentran con el lazo gradual de Christine, como asistenta de Florence.

Asimismo, el señor Brundish, viudo, amante de la literatura respeta la misión intelectual que ha tomado a su cargo Florence, de traer al pueblo la lectura, si bien teme que sea una causa perdida, ellos no lo entenderán, dice mirando la selección de libros que Incluye a Fahrenheit 451 de Bradbury y Lolita de Nabokov, todo esto es para mejor, comenta acerbamente porque hace que la mente sea haragana.

Violet, por su parte parece tener poca pasión por las artes que ella proclama con tanta pasión. La lucha entre ambas mujeres es más que por ese recinto húmedo, es por el alma del pueblo. Lo que es menos claro en el tratamiento de la cineasta es a que bando desde el punto de vista socio político pertenecen Florence y Violet.

Esta última pareciera alinearse con una nostalgia conservativa contra el progreso liberal que encarna Forence y por supuesto hay subtonos que revisitan el asunto discutible del Brexit. El subtexto sopla frío y caliente alternativamente al respecto. Está especialmente presente ese vaivén en las escenas entre Florence y Brundish que son las más emotivas, con un dejo de romance apagado en las convenciones tan británicas.

El film que se inclina para un lado u otro no da la impresión de querer presentar el carácter de la comunidad con su serie de acentos y la parte estética no queda muy clara en sus propósitos. Justamente lo curioso es que a la larga la página impresa se vuelve más apreciable que la imagen vertida en la pantalla. Hay que señalar la buena actuación de Mortimer, Clarkson y Neighy en un film que aspira a más de lo que llega.

Compartir
Subscribirse
Notificarme de
guest

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

0 Comentarios
Inline Feedbacks
Ver todos los comentarios