“Sujetar el divorcio en los judíos de la diáspora al Rabinato es injustificado”

9 mayo, 2018

Sostiene el equipo legal de la Knéset

El plan del gobierno de hacer que el divorcio entre los judíos de la diáspora esté sujeto a los tribunales rabínicos israelíes no está justificado, dice el equipo que asesora al comité legislativo pertinente de la Knéset.
Se trata de una enmienda a la ley existente patrocinada por el Ministerio de Justicia y el Ministerio de Servicios Religiosos, que amplía los poderes de los tribunales rabínicos israelíes, sometiendo a los judíos sin ciudadanía israelí a su jurisdicción.
Los poderes de los tribunales rabínicos israelíes incluyen emitir órdenes para evitar que las personas salgan del país y arrestos en territorio israelí.
“La duda real surge si se justifica la determinación de tal autoridad inusual”, escribió el equipo en una opinión antes de un debate sobre el asunto en el comité legislativo.
Las naciones en general se abstienen de cambiar el estado personal de las personas que no tienen ninguna asociación material con ellos, a menos que haya un tratado entre dos naciones, dijo el equipo.
Si el tema en cuestión es meramente personal desde una perspectiva religiosa, la expansión internacional de su poder es un problema, porque no puede cambiar directamente el estado civil de la persona fuera de Israel, escribió el equipo.
Los miembros del comité recibieron copias de esta opinión.
Cambiar el estado personal de una persona de casado a divorciado puede afectar los intereses de uno en áreas tales como propiedad, impuestos o paternidad.
Las reglas internacionales de divorcio son establecidas cuando una nación puede, a través de los tribunales, cambiar el estado civil de una persona, explica el equipo.
También proporcionaron ejemplos para ilustrar las dificultades para avanzar con la noción, siendo que la mayoría de los jueces rabínicos dicen que el matrimonio civil no puede llevar al abandono de la esposa bajo la ley judía, y no sanciona la ilegitimidad de los niños, y sobre todo, porque no es considerado un matrimonio para ellos.
En cambio, dice el equipo, existe la preocupación de que demandar un divorcio en una corte rabínica hará que el divorcio civil sea más difícil en lugar de más fácil, e incluso puede provocar debates en otros asuntos que ni la pareja divorciada está interesada en que toquen los rabinos en Israel, como por ejemplo si uno de los dos cónyuges es realmente judío/a.■

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