Fuerzas del Ejército de Defensa de Israel (Tzáhal) y de la Guardia de Frontera sellaron el dormitorio del terrorista palestino que asesinó a cuatro civiles israelíes, en Tel Aviv, en 2016.
La vivienda de Khalid Muhamra, en la localidad de Yatta, en el área de Hebrón, en Cisjordania (Judea y Samaria), ya había sido parcialmente demolida en 2016 por una orden judicial; pero según los reportes la familia continuaba usando ilegalmente ese espacio.
En junio de 2016, Khalid y su primo Muhammad Muhamra, abrieron fuego dentro del restaurante Max Brenner en el exclusivo complejo comercial Sarona de Tel Aviv, con metralletas tipo Carlo, fabricadas en talleres clandestinos de Cisjordania, asesinando a cuatro personas e hiriendo a otras 41.
Los terroristas no pudieron continuar con la matanza porque las armas se trabaron. Fueron capturados vivos inmediatamente tras el ataque y condenados a cuatro cadenas perpetuas por asesinato por un tribunal de Tel Aviv. Un cómplice, Younis Ayash Musa Zayn, fue condenado por conspiración para el crimen.
El Servicio de Seguridad General (Shabak) apuntó entonces que los terroristas palestinos fueron “inspirados” por la organización Estado Islámico.
Oficiales israelíes sostienen que las demoliciones de las viviendas de los terroristas son un factor disuasivo para frenar los ataques palestinos; una posición que es objetada por organismos de derechos humanos.