La esposa del primer ministro, Sara Netanyahu, fue acusada de obtener fraudulentamente beneficios en circunstancias agravadas, fraude y abuso de confianza por ordenar cenas y agasajos privados, de restaurantes de alta categoría, por un valor aproximado de 350.000 shékels, a cargo de las cuentas del Estado, a pesar de que un Cheff había sido empleado en la residencia oficial del Primer Ministro, Biniamín Netanyahu.
La acusación fue presentada nueve meses después de que el fiscal general, Avichai Mandelblit, anunciara su decisión de presentar cargos contra la esposa del primer ministro a la espera de una audiencia. La Oficina del Fiscal del Estado solicitó que el juicio se realice bajo un panel de tres jueces debido a la “sensibilidad del público” y “la posición pública del acusado”.
Sara Netanyahu actuó en conjunto con Ezra Saidoff, ex subdirector general de la Oficina del Primer Ministro, para crear una falta impresión de acuerdo con la que no había ningún cocinero oficial en la residencia del Primer Ministro en Jerusalén, de modo que si no había cocinero oficial, se podían ordenar tanto Cheffs como alimentos a la residencia.
La acusación que se presentó contra Sara Netanyahu vino después de finalizda la investigación policial en el asunto, a raíz de la nueva información proporcionada por el testigo de Estado, Nir Hefetz.
Según la defensa de la esposa del Primer Ministro, ella no “tenía conciencia de que pudiera estar incurriendo en ofensas delictivas”. Confió en los funcionarios de finanzas y administración de la Residencia del Primer Ministro y la Oficina del Primer Ministro y no profundizó en los detalles de cómo se estaban llevando a cabo sus órdenes.
Por último, los abogados de Netanyahu afirmaron que, dado que no era una funcionaria pública, la Sra. Netanyahu no podría ser acusada de fraude y abuso de confianza.