Rusia-Irán: una alianza profana

24 agosto, 2016
Foto: Wikipedia

Prof. Eyal Zisser *
Un informe de Moscú reveló que bombarderos estratégicos supersónicos de largo alcance rusos Tu-22M3, con base en el aeródromo de Hamadan, en el oeste de Irán, despegaron de la base para dirigirse contra los rebeldes y la población que los apoya en Siria. La medida aún marcó otro nivel en la alianza estratégica estrecha entre Teherán y Moscú, forjada de nuevo en septiembre de 2015 en un esfuerzo por salvar el régimen del presidente sirio Bashar Assad.
Y todavía había algunos que levantaron una ceja escéptica sobre la disposición de Irán de permitir que aviones de combate avanzados rusos se establezcan en su suelo. Después de todo, en el Oriente Medio, sólo los estados débiles o dependientes de protectorados que buscan una salvaguardia permiten normalmente que potencias como Rusia desplieguen fuerzas en su territorio.
Irán, sin embargo, siempre ha sido percibido como un país orgulloso de su independencia y por tener una larga memoria que recuerda un período prolongado de ocupación rusa en el norte del país. Parece, sin embargo, que Teherán considera que el despliegue de aviones rusos en su suelo como algo que sólo sirve para reforzarla, sin duda contra Estados Unidos y sus otros adversarios regionales, entre ellos Israel. De hecho, esto no refleja ni una capitulación ni una necesidad de protección, sino más bien una asociación entre dos potencias: Rusia, una potencia global; e Irán, una potencia regional, con intereses y metas regionales comunes.

Respuesta torpe desde Estados Unidos
Este movimiento por los rusos y los iraníes se dirige, ante todo, en contra de Washington. La respuesta estadounidense, sin embargo, era previsiblemente torpe. Ni los desastres o catástrofes, ni siquiera una catástrofe humana en la escala de la guerra en Siria, ni el daño inmenso e irreparable a los intereses de Washington y sus aliados en la región, van a despertar a la administración de Obama de su letargo autoimpuesto para no tomar acción. La administración estadounidense simplemente no quiere oír hablar de Oriente Medio; por lo tanto, todo lo que hace es estrictamente despachar discursos para el protocolo y los medios de comunicación – de los que desde luego, no se derivan de ninguna perspectiva histórica de largo plazo.
Como siempre, el precio de esta asociación entre Irán y Rusia y los fracasos de los Estados Unidos es pagado por la población civil de Siria, actualmente en el norte del país y en Alepo, que está siendo pulverizada bajo las oleadas de bombardeo ruso.
Informes de Moscú citan el daño a los objetivos del Estados Islámico. Las imágenes que nos llegan de Siria, sin embargo, no dejan lugar a dudas en cuanto a que los rusos están siendo perjudiciales a medida que nivelan metódicamente las ciudades de Siria, tratando de romper la resistencia de los rebeldes anti Assad y el apoyo de la población.
Si Israel haría lo mismo en el Líbano o Gaza, o incluso sólo una milésima parte de un uno por ciento de lo que los rusos están haciendo en Siria, el mundo entero estaría en pie de guerra.
Con eso, los rusos están descubriendo lo que Israel ya ha aprendido – que una campaña aérea que implica una docena de aviones  no es suficiente. Los rebeldes, luchando contra un ejército sirio agotado y exhausto (que depende de los rusos para luchar en el suelo), han demostrado ser muy resistentes. Por lo tanto, Moscú está abierto a una iniciativa diplomática que le permitirá alcanzar sus objetivos sin atrincherarse aun más en el pantano.
Pero Israel también podría pagar el precio de la alianza estrecha entre Teherán y Moscú. A decir verdad, en el camino Rusia e Irán podrían encontrarse en conflicto sobre si la Siria de Assad, tras la derrota de los rebeldes, caerá bajo el patrocinio iraní o el ruso. El problema es que, mientras tanto, Irán fortalece su posición en la región y mejora su inmunidad a la acción militar, ya sea estadounidense o israelí. Sólo recientemente se informó de que las fuerzas iraníes se han desplegado al sur de Damasco, no lejos de la frontera con Israel.
Por otra parte, el socio silencioso en la alianza ruso-iraní, no es otro que Hezbollah, quien también se está beneficiando. La organización terrorista chiíta está adquiriendo experiencia operativa, armamento sofisticado, e indirectamente, incluso si Moscú no lo admitirá, el reconocimiento de Rusia.
Moscú no está intencionalmente o conscientemente actuando contra Israel – todo lo contrario. Sin embargo, no puede decirse lo mismo de Irán y Hezbolá. Y aunque las intenciones de Rusia hacia Israel son positivas, sus acciones en la región están exacerbando el problema de Irán-Hezbollah frente a Israel. En un momento de tensiones o incluso un conflicto abierto, ¿podrá o querrá Rusia evitar una conflagración? La respuesta la tiene el presidente ruso, Vladimir Putin.
Fuente: Israel Hayom.

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6 thoughts on “Rusia-Irán: una alianza profana”
  1. HAY DE RUSIA SI LEVANTA UN SOLO DEDO CONTRA ISRAEL ,MÁS LES VALE RECONSIDERAR SI VALE LA PENA ALIARSE AL DIABLO (IRAN-HEZBOLLAH-SIRIA)O AL BRAZO DE D-S (ISRAEL ) Y SU PUÑO DE HIERRO (TZAHAL Y EL MOSSAD) .

  2. El acercamiento Rusia-Turquía molesta, sin lugar a dudas al régimen de Teherán. Los intereses de Turquía y de Irán en el Medio Oriente son, incluso opuestos. Por lo pronto se han restarurado las relaciones Israel- Turquía. El régimen iraní sigue siendo la amenaza más seria para el estado hebreo…

  3. se espera que Rusia , irán y china se alíen y asi de una vez por todas decirle a los terroristas yanquis , hasta aqui llegaron sus abusos

  4. completamente de acuerdo, pero como el liderazgo lo tiene el presidente putin, si no le obedecen simplemente se retira, y quedarian sin protector, y ya se sabe lo que pasaria, pero si el quiere hacer de la vista gorda de lo que hagan sus hijos, eso seria un gran problema, porque rusia busca vengarse de los muy aliados de EEUU, putin esta en su mejor momento y tiene que saber mover sus piezas.

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