El presidente, Reuvén Rivlin, dijo que en Europa «hay una nueva cepa de antisemitismo» en forma de «fuerzas políticas nacionalistas de extrema derecha con raíces nazis», durante su encuentro con la canciller alemana, Angela Merkel, de visita oficial en Israel.
Estos grupos extremistas «están tomando impulso a través del continente», advirtió Rivlin durante su almuerzo de trabajo con la dirigente alemana, según informó su oficina en un comunicado oficial.
«Algunos de ellos parecen simpatizar con Israel y odian a los judíos. Pero nosotros no nos confundimos, no hay tal cosa como querer a Israel y odiar a los judíos. La lección de la historia es una: debemos mostrar tolerancia cero con el antisemitismo y el racismo. Cero. Donde hay tierra fértil para eso, cosas terribles pueden pasar, como todos sabemos muy bien», subrayó el jefe de Estado.
Rivlin también abordó el tema de Irán, al que Israel considera una amenaza existencial, y pidió a Alemana que respalde a su país «para supervisar los programas nucleares de Irán y no dejar que evada sus compromisos».
«Es el momento de unirse a las sanciones efectivas contra Irán, no de evitarlas. El monstruo iraní debe morir de hambre, no alimentarse. Esta es la única condición para mantener la estabilidad en la región, el mundo», aseveró.
Alemania sigue respaldado el pacto firmado en 2015 por el G5+1 con Irán para limitar el desarrollo atómico de Teherán, acuerdo del que EEUU se retiró este año y que Israel siempre condenó.
Merkel agradeció la recepción y habló sobre su visita al Museo del Holocausto de Jerusalén (Yad Vashem), donde otra vez vio «la magnitud del horror».
«Estamos comprometidos con la memoria y con garantizar que algo así no vuelva a ocurrir nunca más. Debemos seguir luchando contra el antisemitismo, la xenofobia y todas las formas de discriminación», dijo, y aseguró que la visita ayudó, una vez más, «a entender la magnitud de la responsabilidad alemana y la extensión de nuestro compromiso con el futuro».
Y concluyó: «La valiente conexión que construimos hoy también nos permite discutir las diferencias».
Merkel finalizó su breve visita a Israel, de menos de 24 horas, al concluir una cumbre intergubernamental bianual con el primer ministro, Benjamín Netanyahu, centrada en la cooperación en materia de seguridad, científica, económica, cultural y cibernética, que incluyó también la firma de una serie de acuerdos de entendimiento. EFE y Aurora
Rivlin advierte a Merkel sobre una "nueva cepa de antisemitismo" en Europa
Angela Merkel y Ruvi Rivlin Foto: GPO Twitter @ruvirivlin
Un libro, otro más, para explicar lo que ocurre es «A vueltas con la cuestión judía», del 2011, de Elisabeth Roudinesco, conocida psicoanalista francesa, judía de origen rumano. Aunque la autora es de izquierdas como lacaniana que es, no es una lectura que parezca comunista, más bien transmite un gran conocimiento. La discriminación de los judíos, más religioso, pasó a odio visceral a mediados del siglo 19 en Francia, por el nacionalismo que derivó rápidamente en racismo, no sólo contra los judíos pero fueron estos los que se llevaron la peor parte. Sorprende que hubiera tantos intelectuales antisemitas o los que colaboraron aportando sin pretenderlo otro argumento para los antisemitas, además lo mismo de izquierdas, de derechas, ateos, católicos, protestantes, muchos eran judíos que renegaban de ser judíos, otros contradiciéndose o utilizándose entre ellos aun siendo incompatibles, o manipulando a escritores populares como Victor Hugo, o Nietzsche criticó duramente a los antisemitas y a los que utilizaban sus libros para justificar el odio a los judíos, pero la tomaron con los judíos y no había forma de quitárselo de la cabeza, hasta razonando el odio con expresiones cultas y científicas, pero con unas bases absurdas, llegando a justificar cualquier error propio como causado por los judíos. Es el caso del francés antisemita Drumont y su libro «La Francia judía», según la autora todavía hoy forma parte de la trilogía del odio junto con el «Mein Kampf» y «Los protocolos de los sabios de Sión». Hitler llevó al extremo o hizo realidad el deseo de todos los antisemitas. Igual de sorprendente es que hoy día, en pleno siglo 21, con internet, con tantos avances, tengan cabida estas ideas tan anacrónicas y se repiten los mismos argumentos absurdos, sin fundamento alguno.