Un nuevo plan económico, presentado por el ministro de Finanzas Moshé Kahlon y el primer ministro Biniamín Netanyahu, entrará en vigencia el 1 de enero de 2018, se encuentra en las etapas finales de planificación, pero puede decirse que incluye reducciones del impuesto a la ganancia para personas que ganan 11.000 shekels o menos, y disminución de los impuestos a la importación de artículos que no son de lujo.
El plan se financiará utilizando sobretasas impositivas inesperadas, por un total de 17 mil millones de shekels solo este año.
La intención original fue implementar un plan nuevo y de largo alcance para reducir los impuestos debido al superávit de la recaudación de impuestos este año.
Se espera que la Autoridad Tributaria de Israel recaude una suma mucho mayor a la que figura en el artículo de estimación de recaudación en el presupuesto del país para 2017.
Kahlon y Netanyahu consideran que el escenario de un superávit en el tesoro del país es una oportunidad -en vísperas de lo que podría ser un año electoral- de beneficiar al público.
Como resultado, la pareja ideó planes separados para reducir los impuestos dentro de unas semanas.
El plan del ministro de Finanzas, que hasta ahora ha sido diseñado casi de forma completamente independiente del primer ministro o su personal, desea reducir las tasas de impuestos sobre la renta a partir de ingresos de 11.000 shekels. La razón es similar al razonamiento del primer ministro de reducir los impuestos relativamente altos aplicados a las personas de ingresos no modestos para evitar que abandonen el país y para beneficiar a aquellos percibidos como grandes contribuyentes a la economía de Israel.
El ministro de finanzas planea llevar a cabo parte de esta reducción del impuesto a la ganancia planificada al proporcionar puntos de crédito fiscal adicionales.
Además, el programa de Kahlon incluye la reducción de los impuestos a la importación de artículos importados, especialmente los que no se fabrican en Israel, así como los productos utilizados por parejas jóvenes.
El primer ministro y el ministro de finanzas también intentaron hacer la vida más fácil para las pequeñas empresas, en parte renunciando a la recaudación de impuestos en las pequeñas empresas durante un tiempo determinado después de su fundación. El primer ministro también tiene la intención de reducir los impuestos corporativos en un año o dos a 20 por ciento, con el fin de alentar a las empresas internacionales a invertir en Israel.
En los próximos días, se espera que los equipos del Ministerio de Finanzas y la Oficina del Primer Ministro se reúnan y celebren conversaciones para armar el plan económico conjunto, posiblemente el último de esta coalición.
Un alto funcionario económico dijo que hay pocas dudas de que se haga público el plan, pero que irá acompañado de una guerra sobre quién se lo acreditará, el primer ministro o su rival en el Ministerio de Finanzas, cuya relación ha estado tensa por las ambiciones políticas de este último.