Rainer Weiss Foto: Dhs Wikimedia CC BY-SA 3.0

El Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2017 Rainer Weiss explicó en Avilés (norte) a un grupo de estudiantes de educación secundaria que los científicos como él no buscan la fama: «Lo que nos mantiene es la diversión de hacer ciencia todos los días».

Weiss fue recibido por tres centenares de alumnos de centros de Secundaria asturianos como si de un famoso cantante se tratara, con aplausos, carteles de bienvenida y un gran entusiasmo, del que también se contagió el cuerpo de profesores.

¿A qué parte de su vida personal ha tenido que renunciar para dedicar tanto tiempo al estudio de ondas gravitacionales?, preguntó una alumna, lo que dio pie a conocer la parte humana de un hombre dedicado a la observación de los sucesos del Universo y apasionado con la idea de que la Humanidad se acerque cada vez más a lo que ocurrió en el segundo cero, en el instante preciso del «Big Bang».

«Los científicos hacemos algo más que ciencia. Yo tengo familia, y parece que están contentos y felices conmigo, y mi mujer no me odia, más allá de que a veces discutimos», bromeó el científico estadounidense.

Además, reconoció que de joven no era buen estudiante y que mucho antes que la ciencia, le interesó más una pianista que le hizo viajar a Chicago para estar cerca de ella.

La pasión por la ciencia le vino más tarde, de la mano de un profesor llamado Zacarías que le dijo: «No eres tan tonto como pareces».

«Siempre vas a encontrar a una persona equivalente a Zacarías, alguien que te alienta a seguir adelante, a encontrar tu camino, no solo son los padres, también otras personas de fuera que te enseñan el camino», explicó ante los jóvenes.

El científico pronunció una conferencia con el título de «Historia de las Ondas Gravitacionales» en la que también habló de agujeros negros, ante casi tres centenas de estudiantes que demostraron tener auténtico interés por la ciencia aplicada al espacio.

Uno de ellos preguntó por la diferencia entre las ondas gravitacionales producidas por el choque de dos estrellas neutrones y las ocasionadas por dos agujeros negros.

La cuestión dio pie a Weiss a referirse al anuncio hecho de que un equipo internacional logró observar a través de su luz y sus ondas gravitacionales la fusión de dos estrellas de neutrones.

Ese logro fue calificado por Weiss como «maravilloso» y dijo que es fruto de lo ha identificado como el futuro de la investigación científica: «La astronomía multimensajeros».

El Laboratorio de Interferometría de Ondas Gravitacionales (LIGO son sus siglas en inglés), detrás de cuya creación ha estado Weiss, ha sido capaz de detectar el momento justo en el que dos estrellas de neutrones, apareadas, que llevaban miles de año girando entre sí, colisionan, igual que hacen los agujeros negros.

«Estas estrellas estuvieron persiguiéndose durante miles y miles de años y llegó un momento en que colisionaron y fuimos capaces de escucharlo durante cien segundos, es como un silbido, muy, muy lento; y un destello, fue algo maravilloso», explicó.

Weiss recibirá este viernes el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica junto a Kip Thorne, Barry Barish y la colaboración científica de una veintena de países en el LIGO.

Los tres Los científicos estadounidenses también han sido galardonados este año con el Premio Nobel de Física, por su «decisiva contribución al detector LIGO y la observación de las ondas gravitacionales». EFE

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