La hipótesis en Israel es que un país árabe, posiblemente Qatar, está detrás de la cancelación del partido amistoso de la selección de fútbol argentino con el combinado local, indica un reporte del diario Yediot Aharonot.
La razón es que la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) ha tenido graves dificultades financieras, en los últimos años; pero se ha comprometido a pagar en forma inmediata una compensación de 2,2 millones de dólares a la empresa responsable de la producción del evento.
La AFA, que anteriormente temía el pago de la indemnización a la firma Comtec, sorprendió a todos cuando informó a los representantes de la compañía que pagaría la cuantiosa suma. Fuentes involucradas en la saga le señalaron al rotativo los estrechos vínculos entre los qataríes y el presidente de la Autoridad Palestina, Jibril Rajoub, quien presionó para que se cancelara el partido.
La misma conexión emergió a la luz hace dos años durante una visita del Barcelona a Tierra Santa. Los qataríes, bajo la mediación de Rajoub, acordaron pagar una fuerte suma de dinero solamente para que el Barcelona llegara a la Autoridad Palestina; pero al final eso no sucedió.
«No hay ninguna posibilidad de que un país árabe, probablemente Qatar, no esté detrás de la cancelación del partido con Argentina», estimaron las fuentes en Israel. «Cada vez más comprendemos que lo de las amenazas es solo una excusa poco creíble, y lo verdadero es que un país árabe respalda a una asociación que no tiene dinero».
Según el acuerdo entre los argentinos y la empresa responsable de la producción del evento, Argentina compensará a la compañía Comtec, propiedad del productor Danny Ben Naim, por 2,2 millones de dólares y llegará a Israel para jugar un partido gratis, después del Mundial. Sin embargo, debido al sufrimiento causado y al hecho de que la producción del evento ya estaba lista; Comtek está considerando demandar a la AFA por millones de dólares por la flagrante violación del acuerdo a último momento.
Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Egipto, rompieron relaciones con Qatar en junio de 2017 al acusar al pequeño pero opulento emirato de apoyar el terrorismo, acusaciones rechazadas por Doha.