El príncipe heredero saudita, Mohammed bin Salman, manifestó que Israel tiene derecho a existir en paz en su propia tierra, lo que demuestra aún más el acercamiento entre Jerusalén y Riad, mientras insinuó que el líder supremo de Irán, ayatollah Alí Khameneí, es peor que el dictador nazi Adolf Hitler .
«Creo que todos los pueblos, en todas partes, tienen derecho a vivir en su pacífico país. Creo que los palestinos y los israelíes tienen derecho a tener su propia tierra «, expresó el príncipe en una entrevista ofrecida al periodista Jeffrey Goldberg, editor en jefe de The Atlantic.
«Pero tenemos que tener un acuerdo de paz para asegurar la estabilidad para todos y para tener relaciones normales».
Arabia Saudita, uno de los principales países sunitas del Oriente Medio, no reconoce oficialmente a Israel. Sin embargo, en los últimos años, han circulado rumores indicando que los dos países están trabajando mancomunados en una variedad de temas, en particular sobre las amenazas planteadas por Irán y sus ambiciones nucleares, y han mejorado las relaciones detrás de la escena.
«Tenemos preocupaciones religiosas sobre el destino de la mezquita sagrada en Jerusalén y sobre los derechos del pueblo palestino. Esto es lo que tenemos. No tenemos ninguna objeción contra ninguna otro pueblo», apuntó bin Salman.
Cuando se le preguntó si las amenazas planteadas por Teherán habían contribuido a acercar a Israel y al país del Golfo, y si en ausencia de esa amenaza podría imaginar una situación en la que tuviera otros intereses en común con Israel, el príncipe de la corona atribuyó a otros factores la mejora de las relaciones.
«Israel es una economía grande en comparación con su tamaño y es una economía en crecimiento, y por supuesto hay una gran cantidad de intereses que compartimos con Israel, y si hay paz, habría muchos intereses entre Israel y los países del Consejo de Cooperación del Golfo y países como Egipto y Jordania», destacó.
Goldberg también preguntó al príncipe si creía que su país, en el que la propaganda antisemita ha sido tradicionalmente omnipresente, tiene un problema de antisemitismo.
«Nuestro país no tiene un problema con los judíos. Nuestro profeta Mahoma se casó con una mujer judía. No solo era una amiga, él se casó con ella», insistió.
«Nuestro profeta, sus vecinos eran judíos. Encontrarás muchos judíos en Arabia Saudita procedentes de Estados Unidos de América, procedentes de Europa. No hay problemas entre cristianos, musulmanes y judíos. Tenemos problemas como los que encontrará en cualquier parte del mundo, entre algunas personas. Pero el tipo normal de problemas».
Oriente Medio, dijo, ha sido dividido en una dicotomía de dos campos, a los que llamó el «triángulo del mal» que consiste en Irán, los Hermanos Musulmanes, y los grupos terroristas sunitas, y una alianza de estados llamados moderados que incluye a Jordania, Egipto, los Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Omán.
El líder supremo iraní, el ayatollah Ali Khamenei, es peor que Hitler, agregó el príncipe. «Creo que el líder supremo iraní hace que Hitler parezca bueno. Hitler no hizo lo que el líder supremo está tratando de hacer. Hitler intentó conquistar Europa. … El líder supremo está tratando de conquistar el mundo», afirmó el príncipe heredero.
En junio pasado, rey de Arabia Saudita Salman designó a su hijo, bin Salman, de 32 años, príncipe heredero de la corona, lo que lo coloca firmemente en la primera línea de sucesión.