La “Antigua Shilóh”, es una reserva en la región de Maté Biniamín en la que se revive la Biblia, un sitio muy importante que fue la primera capital de Israel, durante unos 369 años antes de Cristo. Se invita al público a vivir una travesía de 3500 años. El Tabernáculo
de la Antigua Shilóh, erigido por Joshua Bin Nun cuando trajo al pueblo de Israel tras la travesía desde Egipto. Y es en este mismo lugar que Joshúa instó a las 12 tribus, hijos de Israel a tomar sus tierras. En este lugar se originó la fiesta del amor que se festeja en estos días, ya que de allí salían las jóvenes a los viñedos a buscar amor en Tu BeAv.
Este es el sitio donde Hanna, la madre del profeta Samuel, que se consideraba una mujer
estéril, llevada por un gran anhelo de parir, rezó con todo su corazón y tuvo éxito. Por ello también se considera de gran importancia para las oraciones de las mujeres. Aquí es donde profetizaba Samuel.
Se ofrecen varias atracciones nuevas, tales como la gafas multimedia a través de las cuales se puede ver el tabernáculo en 360 grados. A fines de agosto se llevará a cabo un evento para toda la familia, titulado “El Arca Perdida”, un juego de abalorios y adivinanzas que llevan a una navegación por todo el valle y para encontrar el cofre hay que descifrar códigos, rompecabezas, usar numerología, leer la antigua escritura hebrea, etc. (22 al 24 de agosto).
Se visita la vieja Basílica reconstruida con sus mosaicos auténticos, subir a la Torre del Pastor (Migdal Haroé) donde se puede ver el espectacular audio visual multimedia, en el que se usa el paisaje como trasfondo que revive toda la historia de Shilóh. En la planta baja está la exposición con hallazgos de la época del Tabernáculo, donde se pueden tocar los objetos expuestos y son reales. Además hay paseos guiados con actores y músicos que acompañan a los visitantes y cuentan la historia del lugar. También se pueden visitar los últimos hallazgos. Rafael, responsable de las excavaciones, nos cuenta que hace dos semanas las dos arqueólogas de la Antigua Shilóh, Reut Ben Ari y Ella Yejezquel descubrieron nuevos hallazgos de la era de bronce: un enorme depósito con jarras para diferentes usos.