Hay dos posibles explicaciones para los eventos en la frontera norte de Israel que comenzaron antes del amanecer del 10 de febrero de 2018 con el derribo de un avión no tripulado iraní que penetró en el espacio aéreo israelí. Uno es el deseo de Irán de realizar un movimiento encubierto para examinar su capacidad de inteligencia.
La segunda explicación es que Irán inició una provocación deliberada para redefinir las reglas del juego en Siria contra Israel.
La respuesta israelí fue extensa e incluyó ataques contra objetivos sirios e iraníes, e Israel debe prepararse para una posible respuesta tardía de Irán al golpe que sufrió. Además, el incidente requiere un examen del papel desempeñado por Rusia en la arena siria. Fuera de los movimientos militares, Israel debe operar a través de canales políticos, incluido un diálogo más profundo con los elementos que trabajan en un acuerdo para Siria, sobre todo Rusia.
Asimismo, es fundamental un mayor diálogo con los Estados Unidos con respecto a su lucha contra la influencia iraní en la región, su integración en el proceso de encontrar un asentamiento en Siria y la prevención del emergente esfuerzo iraní por permanecer en la arena a largo plazo.
Los sucesos en la frontera norte de antes del amanecer del 10 de febrero de 2018, que comenzaron con el derribo de un avión teledirigido iraní que penetró en espacio aéreo israelí, ilustraron la frágil dinámica entre Irán e Israel en la arena siria.
Por un lado, está el creciente afianzamiento de Irán en Siria, una tendencia evidente durante los siete años de la guerra civil siria. Por otro lado, Israel ha expresado su determinación operacional de evitar tal atrincheramiento, particularmente lo que se refiere a cualquier construcción iraní que tenga que ver con infraestructuras militares y exige una retirada total de los elementos iraníes, milicias chiítas y Hezbollah de Siria.
Los iraníes sincronizaron el tiempo para estas hostilidades, aunque está en dudas si evaluaron correctamente su alcance. El envío de un avión no tripulado al espacio aéreo israelí en estos momentos es sorprendente, dados los intensivos y continuos combates en sus múltiples frentes y la participación de los heterogéneos rivales en Siria. Las fuertes críticas sobre las inversiones de Irán en Siria y el Líbano contra los intereses de la ciudadanía iraní. Los esfuerzos de los países europeos para preservar el tratado nuclear y los intentos del régimen de Assad con la ayuda de Rusia para tomar el control de grandes partes del país y avanzar hacia la etapa de estabilización y reconstrucción. Estos acontecimientos forman parte del telón de fondo del proceso de búsqueda de un arreglo en Siria, que se está llevando a cabo a través de varios canales diplomáticos y es el centro de atención de la comunidad internacional, que en cualquier caso identifica a la República Islámica como un elemento que amenaza la estabilidad regional.
Hay dos explicaciones posibles para la acción iraní. Una es el deseo de Irán de realizar un movimiento encubierto para examinar su capacidad de inteligencia. De hecho las capacidades operativas iraníes se vieron frustradas ante el derribo del dron enviado, aunque la respuesta del sistema de Defensa Aérea siria derribara al F-16 israelí.
La segunda explicación La segunda explicación es que Irán inició una provocación deliberada para redefinir las reglas del juego contra Israel. La respuesta israelí fue extensa e incluyó ataques contra objetivos sirios e iraníes, que causaron daños generalizados a las defensas aéreas sirias.
El alcance de la respuesta israelí refleja la preparación previa para la posible necesidad de llevar a cabo una operación de este tipo sin previo aviso, tal vez Israel estaba esperando la oportunidad de lanzar una respuesta de este tipo. En cualquier caso, Israel se sintió obligado a responder y mostrar una vez más las líneas rojas que Irán había cruzado, tanto físicamente cruzando la frontera como cualitativamente mediante el envío de un avión no tripulado avanzado.
La respuesta israelí indica algún cambio en las reglas del juego y envía un fuerte mensaje sobre su disposición a mantener al día sus líneas rojas. Si los iraníes habían planeado una incursión que podría no ser identificada, o si se identificaron con una respuesta localizada, se les mostró claramente que habían subestimado la inteligencia y la capacidad operativa de Israel y la intensidad de la su incidente podría provocar una mayor cautela y / o preparativos para una respuesta más agresiva en el futuro.
Aunque es tentador asumir que este incidente terminó dado que ambos lados salieron con ganancias y cada uno de los implicados puede presentar el evento como una victoria para su lado, por primera vez en 30 años los sirios lograron derribar un avión israelí, mientras que las respuesta de Israel causó daños extensivos a la presencia iraní y las defensas aéreas sirias, demostrándose una vez la capacidad israelí para tomar medidas en Siria, si la ocasión o amerita.
Un contexto mayor más allá de Israel e Irán
Este incidente requiere un examen del papel desempeñado por Rusia en el ámbito sirio, una pregunta central sería si los rusos sabían o no sobre la movida iraní. El conocimiento previo, que equivale a la aquiescencia tácita de Rusia, podría connotar una crisis en sus relaciones con Israel y una retirada unilateral por parte de Rusia del conjunto de entendimientos existente.
Este escenario implica una nueva ecuación, que requiere un examen minucioso y calculado de la política israelí en vista de sus relaciones cambiantes con Rusia. Sin embargo, si los rusos no sabían sobre la acción, lo que parece probable, es posible que la movida iraní sea percibida por Rusia como un desafío, en vista de las recientes preocupaciones de Irán con respecto a la posible intención de Rusia de limitar la capacidad de Irán para maniobrar en Siria y tal vez incluso para considerar una reducción futura significativa de la presencia iraní allí.
En la arena siria hay una disputa compleja con respecto a la naturaleza de un futuro acuerdo. Esta disputa también se refleja en la lucha sobre el terreno, que actualmente se caracteriza por la escalada. Por ejemplo, un avión ruso y un helicóptero turco también fueron derribados en Siria en días recientes.
En el fondo también se encuentra la iniciativa rusa en el Congreso de Sochi (30 de enero), dedicada a formular una nueva constitución propuesta. El documento que cuenta con 12 principios distaba de ser satisfactorio para todas las partes, incluidos los iraníes, dado que por ejemplo uno de estos principios exige “la retirada de todas las fuerzas extranjeras de Siria” es decir la destitución de los iraníes y sus representantes.
Esta medida fue coordinada con Washington e incluye un acuerdo mediante el cual el enviado de la ONU a Siria, Staffan de Mistura, encabezaría un comité para redactar la Constitución a la luz de los entendimientos alcanzados en Sochi. Esto respalda la solución preferida de larga data de Rusia, que debería convertirse en una federación flexible y refleja una realidad problemática para Irán. Por lo tanto, la última movida iraní también puede verse como un intento de cambiar las reglas vis-à-vis de Rusia y de Israel y posicionar a Irán como un actor central cuyos intereses deben ser considerados al dar forma a cualquier asentamiento sirio.
Significancia
y recomendaciones
Parece ser que ni Israel ni Irán están interesados en una escalada más amplia. El reciente incidente fue rápidamente controlado, a pesar de la dispersión de los medios de difusión. Israel, que no acepta el afianzamiento iraní en Siria, ha mostrado su determinación de responder si estos cruzan sus líneas rojas, las que no están definidas con precisión.
Inclusive si en apariencia Israel no hubiese sufrido la pérdida del avión, entonces el incidente hubiera sido más limitado, está también claro que con este evento Israel marcó un umbral más elevado ante las posibles reacciones futuras.
En cualquier caso, Israel está lidiando con una nueva realidad, con una posible dinámica futura de “caminar al límite” con los iraníes. Por lo tanto, debe examinar constantemente sus movimientos para evitar cruzar la frontera y enredarse en combates más amplios con Irán.
A pesar de la necesidad de Israel de demostrar su determinación militar de bloquear el afianzamiento iraní en Siria, las movidas militares solas, cualquiera sea la situación inmediata, no pueden ser una solución a largo plazo. Israel también debe operar a través de canales políticos, incluido un diálogo más profundo con los elementos que trabajan en el asentamiento sirio, sobre todo con Rusia.
También es fundamental un mayor diálogo con los Estados Unidos sobre su lucha contra la influencia regional iraní, su integración en el proceso de encontrar un asentamiento en Siria y la prevención del esfuerzo iraní emergente de permanecer en la arena a largo plazo.
En este contexto, Israel tiene interés en alentar la cooperación estadounidense-rusa sobre el arreglo sirio. Israel debe recordar que el escenario sirio es un importante proyecto ruso para el presidente Putin, que está profundamente involucrado y no está preparado para permitir un fracaso.
En estas circunstancias, Israel debe examinar las consecuencias del incidente desde varios ángulos: la sensibilidad rusa de los ataques a sus fuerzas, que se muestran en el anuncio del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia que indican que no aceptarán amenazas a sus fuerzas y la posibilidad que el daño de los sistemas de seguridad sirios sean reemplazados por sistemas más avanzados rusos que impedirían la actividad de la Fuerza Aérea Israelí. Esto también remarca la importancia del diálogo entre Rusia e Israel. Finalmente, Israel debe prepararse para una posible respuesta tardía de Irán al golpe sufrido en Siria.
Fuente: INSS