Los padres de niños con cáncer requirieron al Contralor del Estado en una carta formal una investigación oficial de la crisis y afirmaron que la crisis del Hospital Hadassah Ein Karem de la ciudad de Jerusalén ya se ha cobrado la vida de cuatro niños de entre las edades de cuatro a diecisiete años.
Según describen los padres estos hechos sucedieron cuando seis doctores y tres internos del sector de hemato-oncología pediátrica renunciaron sobre una decisión de la administración de reorganizar el lugar, situación que encontraron inaceptable sobre la base de motivos logísticos y médicos.
A su vez el hospital calificó en un comunicado la carta de los padres de exagerada y plagada de mentiras alegando que tienen uno de los mejores Centros de Tratamiento del país y que operaba normalmente.
En la carta los autores estiman que los niños corren peligro de vida por dos motivos, uno es la enfermedad en sí misma y el otro es la falta de cuidados médicos a una distancia razonable desde el hogar de cada paciente.
Algo así como ciento cincuenta niños que deben estar bajo control y cuidados permanentes debieron trasladarse al hospital Ichilov de Tel Aviv o al Schneider en Petaj Tikva debido a la falta de confianza que generó esta situación en los enfermos y sus familiares con respecto al hospital Hadassah.
El año pasado, designaron a un experto en trasplante de médula ósea procedente de la unidad de hemato-oncología de niños a la unidad de trasplante de adultos, en otro edificio, dado que determinadas camas de ese sector fueron asignadas a niños extranjeros con cáncer, en lo que se dio por llamar “turismo médico”, dado que estos pagan grandes sumas de dinero por el tratamiento en el centro hospitalario.
Los padres de los niños tratados en el Hadassah realizaron una campaña para permanecer bajo tratamiento del equipo médico original en una protesta llevada a cabo en una carpa de protesta en Jerusalén y en una campaña muy publicitada y emotiva. Presentaron una solicitud a la Corte Suprema de Justicia que permita a los médicos renunciantes del Ein Karem ser transferidos a una unidad de la ciudad del Centro Médico Shaare Zedek, como habían intentado realizarlo los médicos durante los primeros días de la crisis.