Opinión: Los llamados de “muerte a los judíos” no serán televisados

Juan Carlos López
Para sorpresa de algunos desprevenidos, uno de los blancos legítimos escogidos para el contraataque israelí de principios de esta semana no almacenaba explosivos ni municiones. Y, sin embargo, guardaba el principal arsenal del grupo terrorista Hamas en contra de los judíos, israelíes y, a veces, en contra de los palestinos mismos.
El blanco en cuestión, uno de los que recibió más cobertura mediática, fue la principal estación de transmisiones de Al-Aqsa TV, la televisora bandera de Hamas.
Gracias a los esfuerzos de las agencias de vigilancia de los medios árabes, el público en general ha podido conocer el motivo por el cual una televisora se convirtió en un blanco militar legítimo.
Un boletín de Palestinian Media Watch (PMV) denunció que minutos antes del ataque qa Al-Aqsa TV, la televisora hacía el trabajo que sabía hacer mejor: transmitía un video que llamaba al asesinato de judíos e israelíes, a la expulsión de estos de Israel y Jerusalén, a la “muerte a Israel”.
Como lo haría cualquier buen publicista para vender las bondades de un champú para el cabello, el video emitido está cargado de elementos gráficos impactantes, pero en este infame caso se trata de sangre derramada sobre muebles, explosiones, humo: terror en su forma más estridente. Y, por supuesto, las imágenes estaban asociadas a un jingle musical con contenido adoctrinador, en dramático tono y pegajoso ritmo. Un perfecto cóctel mediático para la incitación efectiva a la violencia y el asesinato.
Precisamente, estos son los argumentos que hacen que una planta televisiva —que en otras sociedades pudiera ser usada para fines recreativos, educativos y hasta frívolos—, fuese tratada como un arsenal cuya destrucción evitaría el daño a propiedades o la muerte de personas.

Pero no solo fue esa sencilla transmisión. Fue el hábito regular de Al-Aqsa TV, a lo largo de su existencia, la video-incitación al ataque de judíos e israelíes y el constante enaltecimiento del martirio.
En medio de los acuerdos de alto al fuego en los acontecimientos del 2014, Al-Aqsa TV emitía esta clase de virulentos videos en un obvio acto de saboteo televisivo.
En los particulares video-clips musicales de Hamas, transmitidos en 2016, las letras de las canciones pedían vestir un chaleco bomba y dejar que los judíos murieran incinerados, según podemos ver en la denuncia de PMW.
En otras piezas audiovisuales del 2014, la propia Al-Aqsa TV hizo un llamado de su parte y en su nombre al lanzamiento de cohetes y al martirio, mientras que en una transmisión similar del 2012 se insiste en el llamado de “muerte a Israel”.
Y es que no puede ser de otra forma, toda vez que la esencia de los estatutos fundacionales, la razón de ser de la facción que gobierna la franja de Gaza es nada más y nada menos que la destrucción del Estado de Israel.
Algunos videos fueron publicados en idioma hebreo. En una campaña de intriga del tipo “espérelo pronto en su tienda más cercana”, los clips avisan a los israelís que encontrarán atacantes suicidas en las estaciones de buses y en restaurantes.
En el clímax del absurdo, por lo menos en lo que respecta a las audiencias inteligentes y civilizadas, algunos de los videos tienen un corte instructivo y didáctico y están dirigidos a los segmentos infantiles y juveniles de las sociedad palestina. Con caricaturas de cierta calidad de factura se instruye cómo degollar, arrollar o apuñalar soldados o civiles judíos e israelíes, mientras se ofrendan los crímenes en honor a la madre y se hace constante alusión a las recompensas celestiales que provee el martirio, según la retorcida interpretación que hace Hamas de las escrituras sagradas del islam.
En fin, se puede considerar que la emisora Al-Aqsa TV trabajó minuto a minuto, puso todo su esfuerzo, editó cuadro por cuadro, hasta alcanzar el dudoso honor de ser considerada un arma con la cual se atacó, en pos de fines terroristas, a los habitantes de un Estado moderno y civilizado.