¿Nuestro gobierno es el culpable del antisemitismo?

21 septiembre, 2016

Dr. Alejandro Yabes
Beit Shemesh
Miles, millones de páginas se han escrito sobre las causas del antisemitismo. Buscando el tema en Google, obtenemos tras medio segundo de espera 203.000 entradas, solo en castellano.
Parece mentira, pero todos esos autores han estado trabajando en vano. «Todo es grupo; todo es falso», diría Francisco Gorrindo. (1).
La verdadera causa, la indudable, la indiscutible, nos la proporciona en el anterior número de Aurora el Sr. Daniel Kupervaser.
¡La causa fundamental del antisemitismo en Europa, en América Latina, y, por qué no, en todo el mundo, es que los israelíes hemos tenido el tupé, qué digo tupé, la desfachatez, de elegir un gobierno del Likud presidido por Biniamín Netanyahu!
Antes de Netanyahu, por lo visto, los judíos éramos los seres más amados del mundo. En 2001 (gobiernos de Barak o de Sharon) el Embajador de Francia en Londres declaró que «todos los problemas del mundo se deben a ese ‘shitty litlle country, Israel’ (que literalmente equivaldría a ‘ese mierdoso (2) pequeño país, Israel’)». El buen diplomático calcularía ya que en un futuro el Primer Ministro sería Netanyahu, e iba aprontando su política.
El antisemitismo es histórico en Europa. Los nazis dijeron que la deportación de judíos hubiese sido mucho más dificultosa si no fuera por la colaboración de las poblaciones locales. Y en esos años el Likud no existía, Netanyahu ni soñaba con nacer, y la política sionista estaba monopólica y totalitariamente dirigida por Mapai, en esa época todavía socialista marxista. Ni que hablar que no existían los territorios que el Sr. Kupervaser llama «ocupados” y yo» liberados» (3). En fin, que no existía –para desgracia de 6 millones de judíos- el Estado de Israel.
Tampoco existía, es importante notarlo, el «pueblo palestino», esa invención de los árabes tras perder su guerra de agresión en 1967.
Perdieron la guerra, y perdieron territorios… que no eran suyos. Judea, Samaria y Jerusalén estaban ocupados (Sí, ocupados) por Jordania, y Gaza por Egipto. Todos territorios indisolublemente unidos a la historia judía, y asignados por el Mandato Británico al pueblo judío. La guerra es como una apuesta: El que pierde no tiene derecho a pedir que le devuelvan la plata.
Y permítaseme una digresión: En 1948 los árabes lanzaron una guerra de exterminio contra los judíos de Eretz Israel. En la misma fueron derrotados, y perdieron territorios tales como Ramle, Yaffo, Aco, Shekh Munes (4). Estos territorios fueron habitados por judíos. ¿Por qué todo pensador «progresista»; por qué todo gobierno europeo llama a esos territorios «ocupados» y a sus pobladores «colonos»?
Sigamos: para el Sr.Kupervaser no tiene ninguna importancia ni influencia en el actual antisemitismo europeo –desde el momento que ni la menciona- la invasión,- a pie, en lanchas, sin disparar un tiro- del continente por millones de musulmanes, educados desde siempre en el odio al judío y el desprecio al cristiano, que han cambiado irreversiblemente la composición poblacional de Europa y sus estructuras y bases ideológicas y sociales. Tal vez también eso sea culpa de la derecha israelí.
Vemos en una de sus notas al pie que el autor justifica el movimiento de BDS (5) por la «ocupación e imposición de apartheid en Cisjordania».
¿De qué «apartheid» estamos hablando?
En la última festividad musulmana miles de árabes de Judea y Samaria entraron en Israel. Visitaron sus Shoppings. Sus playas. Caminaron por sus calles, viajaron en sus ómnibus.  ¿Alguien se los prohibió? ¿Algún cartel decía «Baños para judíos – Baños para árabes»? ¿Los pacientes de los territorios que entran a los hospitales israelíes –entre ellos familiares de Haniye y Abu Mazen, que serán muy revolucionarios, pero no son bobos- reciben una atención inferior, o separada, de los pacientes israelíes?
Tienen, sí, dificultades para entrar: Deben pasar rigurosos controles. Pero eso es porque los israelíes debemos protegernos. Si su sociedad no prefiriera la destrucción de Israel por sobre la creación de su propio Estado, si realmente desearan vivir en paz en vez de glorificar el terrorismo, no habría necesidad de eso.
Finalmente, la mención a la situación en Argentina no tiene desperdicio. Resulta que la DAIA intenta «copar” el Poder Judicial (6) para poder acusar de «traición» a Cristina F. de Kirchner. ¡Llovido sobre mojado! Lo único que le faltaba a la «exitosa abogada», además de sus muchos juicios por corrupción, lavado de dinero y muchos otros etcéteras, era una acusación de traición.
¿Y todo para qué? Con el fin –oscuro, despreciable- de que se aclare el asesinato de 22 judíos, más un fiscal, también judٌío que estaba descubriendo demasiadas cosas turbias.

(1)   «Las cuarenta», tango de Grela y Gorrindo -1937
(2)   Con perdón
(3)   Para no discutir, vamos a llamarlos «disputados»
(4)   En Shekh Munes fue levantada hoy la muy liberal e izquierdista Universidad de Tel Aviv
(5)   Boicot, desinversión y sanciones. Movimiento cuyo fin último es la destrucción de Israel como Estado Judío
(6)   Ver «Los protocolos de los Sabios de Sión»

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6 thoughts on “¿Nuestro gobierno es el culpable del antisemitismo?”
  1. Hace aproximadamente 50 años Israel era bien visto por gran parte del mundo occidental. Enfrentando matones y peleando por su supervivencia. Y eso basicamente por gran parte de los sectores de izquierda. Hoy en dia es visto como un pais colonialista que se aprovecha de la poblacion de su colonia. No es solo culpa de Netanhiau ni del Likud, pero tienen gran responsibilidad en esto. Si hay Judios en Cisjordania y esta region no es autonoma, como pesa su poblacion musulmana? Como ciudadanos de clase B. Es un problema de regla de tres. Y no se que nombre le quiere poner a la gente que vivia en Israel cuando se independizo, pero la habia. Discutir la ley de gravedad, no impedira que caiga.

  2. Es la religión cristiana, hace 2000 años, y desde entonces no ha parado el antisemitismo, a más desde la expulsión y los asesinatos de la Inquisición en la España medieval, lo que algunos eruditos señalan como causa del atraso histórico español económico y social que arrastra hasta hoy, más tarde en otros países, hasta llegar a Los protocolos de los sabios de Sion, los pogromos, y el holocausto nazi. Tras la caída de Hitler, la antigua URSS revitalizó el antisemitismo y algunas de las ideas nazis entre sus aliados árabes. Eso no quita que Israel no deje de cuidar sus formas y actuaciones, primero porque cualquier error es mucho más amplificado que los cometidos por cualquier otro, y segundo porque, al margen de los interesados, los errores se pagan a lo largo de la historia, por ejemplo en la Guerra Civil española el sector comunista del legítimo gobierno democrático de la Segunda República respondió con algunos fusilamientos a las matanzas de los rebeldes fascistas, empezaron en Badajoz como represalia a los fusilamientos de unos pocos caciques, curas y terratenientes por parte de anarquistas, los fascistas cometieron una orgía de sangre en la plaza de toros, donde la sangre de los asesinados alcanzó varios centímetros de altura entre el jolgorio de curas, militares y población de derechas, según algunos testigos que sólo recientemente han podido conocerse, y esto es lo que impide cualquier razonamiento lógico con los actuales herederos de los fascistas como con la derecha del Partido Popular.

    1. Si la conocida frase de Goebbels «una mentira repetida mil veces se convierte en verdad», en España la frase debería cambiar por «un hecho histórico reciente interpretado mil veces se convierte en fantasía». Con la derecha del PP los historiadores que pasaron al primer plano entre los españoles fueron Pío Moa, un fascista tras haber sido un terrorista comunista, y César Vidal, conocido como un ultraderechista, ya se puede imaginar las versiones de la historia que pueden dar estos dos personajes. Luego estaba el as en la manga, el historiador Fernando García de Cortázar, jesuita, o de los religiosos que estaban entre los principales provocadores de la Guerra Civil española, en este caso con imagen de moderado y con un libro más vendido sobre historia que no he leído. Para encontrar hechos como la orgía de sangre que cometieron los fascistas (moros, curas, falangistas, caciques de derechas, legionarios, etc.) en la plaza de toros de Badajoz hay que acudir a historiadores de izquierda fuera del aparato bipartidista español o establishment, sin credibilidad social o eco público. Es una prueba de que si en un país democrático y moderno, perteneciente al primer mundo, es tan fácil manipular a la población, qué no haría un país menos desarrollado, o qué no hicieron otros en el pasado cuando no había tanto acceso a la cultura y la información.

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