Netta, la cantante israelí que llama cobardes a los hombres en Eurovisión

Netta Barzilai Foto: Facebook

La cantante Netta Barzilai, que inicia su tema «Toy» (Juguete) con unos 20 segundos de lo que parece más un calentamiento vocal que una canción, ha acumulado más de 20 millones de visitas en Youtube y está entre las favoritas de la convocatoria de Eurovisión 2018 de este sábado.

Como una «criatura hermosa» -según canta al principio del tema- Barzilai cacarea imitando a una gallina sin temer a los primeros planos y gesticula sin modestia. La cantante israelí ha cautivado al mundo con su original videoclip, su mensaje feminista y una melodía muy pop con tintes orientales y de música soul.

«No soy tu juguete, chico estúpido», repite Netta en una letra forjada al calor del movimiento reivindicativo #MeToo (YoTambién), nacido a raíz de acusaciones de acoso sexual a varios productores, actores y directores de Hollywood y fuelle para que mujeres de todo el mundo se animaran a denunciar en las redes sociales casos cotidianos de abuso sexual.

La canción, cantada en inglés con algunas palabras en hebreo y una en japonés, se refiere, según explica la cantante en la web Wiwibloggs, especializada en Eurovisión, «a alguien cobarde, un gallina que trata a una mujer como un juguete».

Y el vocablo en japonés que repite la artista es ‘baka’, que significa estúpido, explica.

Netta quiere así caricaturizar a los «cobardes» que discriminan a las mujeres, a quienes las utilizan y no las tratan como seres «divinos», calificativo con el que describe en su canción a la heroína Wonder Woman.

Con su constitución corpulenta, su extravagancia y su manera natural y libre de actuar, la cantante israelí se ha erigido como un símbolo feminista capaz de mermar los estereotipos de género perpetuados en el mundo del espectáculo.

«Nunca imaginé esta respuesta», aseguró la artista de 25 años, que hasta hace poco, y pese a su talento como intérprete y DJ, no creía poder triunfar ante un público masivo por no encajar en el arquetipo estrecho y sexualizado de una estrella del pop.

Ganar el programa televisivo «Rising Star» (Estrella Naciente), equivalente a Operación Triunfo, y donde sorprendió con su ‘looper’ acústico -dispositivo que graba su voz y la reproduce después como un eco- le sirvió para enfrentarse a sus miedos y ser la elegida para representar a su país en Eurovisión.

A partir de ahí, comenzó la revolución: Netta pasó de ser una joven israelí más, que había cumplido el servicio militar obligatorio como miembro de la Banda de la Marina, a convertirse en un rostro conocido, admirado y solicitado.

Esta joven nacida en la pequeña localidad de Hod HaSharon (al norte de Tel Aviv), que vivió unos años de su infancia en Nigeria, y por cuyas venas corre sangre marroquí, polaca y rusa, se ha mantenido inamovible durante dos meses en la cima de las listas de apuestas, siendo superada hace unos días por la representante chipriota, Eleni Foureira.

El próximo 12 de mayo alrededor de 200 millones de espectadores clavarán sus ojos en Netta y ella, indiferente y hermosa, les devolverá la mirada con su ya habitual cacareo de animal alado. EFE

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