El triunfo en Eurovisión de la cantante israelí Netta Barzilai pone la guinda al septuagésimo aniversario del nacimiento de Israel, y en el país la consideran su «mejor embajadora» en el extranjero.
Pese a que el festival europeo de la canción duró hasta la madrugada, miles de israelíes celebraron la victoria de Netta, sobre todo en Tel Aviv, que iluminó la fachada de su Municipalidad con la palabra «Toy» (juguete, en inglés) que da título al tema ganador y donde cientos de personas llenaron las plazas y se bañaron en las fuentes en señal de alegría.
El primer ministro, Biniamín Netanyahu, fue de los primeros en felicitar a la artista, tanto telefónicamente como en las redes sociales y, así, en su cuenta de Twitter escribió: «Netta, has traído mucho respeto al Estado de Israel. ¡El próximo año en Jerusalén!».
El jefe del Gobierno la llamó minutos después de que concluyera el certamen, la calificó de «maravillosa y encantadora», aseguró que era «la mejor embajadora de Israel» y corroboró que el año que viene la celebración tendrá lugar en Jerusalén.
La joven de 25 años, con sobrepeso, un estilo muy particular y un tema feminista en el que llama «cobardes» y «estúpidos» a los hombres que abusan de las mujeres, agradeció al público y el jurado que optasen por «elegir la diferencia».
«Muchas gracias por aceptar las diferencias entre nosotros, por celebrar la diversidad. Gracias. Amo a mi país. La próxima vez en Jerusalén», exclamó Netta al saberse ganadora, en una referencia a la oración judía mantenida durante siglos, habitual en Pesaj (Pascua judía) y en Día del Perdón (Yom Kipur) que dice «El próximo año en Jerusalén».
Fue el voto del público el que la llevó al primer puesto, con 529 puntos, tras haber obtenido el tercero con los votos del jurado.
Netta es la cuarta artista israelí que gana Eurovisión: la anterior fue hace exactamente dos décadas, cuando lo hizo Dana Internacional con el tema «Diva».
El primero en lograrlo fue Izhar Cohen, hace cuarenta años (1978), con la pegadiza A-Ba-Ni-Bi, que ayer revivió su éxito al ver la alegría desatada por el triunfo de su compatriota.
«Estoy feliz, recuerdo cuando gané por primera vez para Israel, éramos un país pequeño, lejos del resto del mundo y de repente saltamos al centro de la música y la cultura. Pero ahora somos más internacionales, un país de nuevas tecnologías», subrayó en una entrevista con el grupo The Israel Project.
Hoy es «un momento de felicidad que hace a todo el mundo sentirse unido. Estamos separados por tantas opiniones y política y este concurso nos ha hecho un país, un pueblo, y estoy muy contento por ello», aseveró.
Para Cohen, Netta es una artista «fantástica», sobre todo por ser «diferente y especial», que hace que su sinceridad funcione realmente bien en el escenario.
«Ella es increíble. Tiene mucho que ofrecer y tendrá una gran carrera internacional», pronosticó.
El diario «Yediot Aharonot», uno de los de mayor difusión del país, dedicó la portada íntegramente a Barzilai, mientras que el «Maariv» tituló «Netta-manía» y el conservador gratuito «Israel Hayom» destacó en primera página: «El próximo año en Jerusalén».
Varios analistas vieron en esta victoria musical una oportunidad única para transformar la imagen exterior del país y también para consolidar la legitimidad de Jerusalén como capital de Israel, que el pasado diciembre reconoció el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
La decisión de Washington se completará hoy, fecha del 70 aniversario del país (de acuerdo con el calendario gregoriano), con el traslado de su embajada desde Tel Aviv a la Ciudad Santa, una decisión criticada por la Unión Europea y varios países occidentales, pero que ya han anunciado que seguirán otros como Guatemala, Paraguay y la República Checa.
Para el periodista del digital Times of Israel David Horovitz, celebrar Eurovisión 2019 en Jerusalén «podría resaltar de forma útil el imperativo de la tolerancia en una ciudad donde el pluralismo religioso es un tema de batalla, los anuncios con mujeres pueden ser prohibidos en los autobuses y rutinariamente desfigurados y donde Shira Banki, de 16 años, murió apuñalada en el Desfile del Orgullo Gay hace tres hace años».
Los comentaristas no han olvidado señalar la ironía de que Netta haya ganado y logrado llevar el concurso a su país, pese a que el movimiento BDS, que promueve el Boicot, Desinversión y Sanciones a Israel, había pedido el boicot a su actuación.
«Ya sea para pavonearse frente al BDS, celebrar la victoria de una canción feminista o anticipar el regreso de la competencia pro-LGBT a la conservadora Jerusalén, todos tenían una razón para celebrar el triunfo de Netta Barzilai», analiza el «Haaretz». EFE y Aurora