El primer ministro Biniamín Netanyahu, pidió a los miembros de su partido, Likud, cautela en sus actuaciones para no dañar las recién estrenadas relaciones con la nueva Administración estadounidense de Donald Trump.
«Ante nosotros tenemos inmensas e importantes oportunidades para la seguridad y el futuro del Estado de Israel. Pero requieren responsabilidad por nuestra parte y sentido común, para que no perdamos ni el momento ni las oportunidades», dijo a los diputados de su formación. Netanyahu pidió evitar «exabruptos» y «sorpresas», un día después de una conversación telefónica «muy cálida» de cerca de 30 minutos con Trump, en la que discutieron sobre la situación en Oriente Medio y acordaron un encuentro en febrero.
«Este es el tiempo para la diplomacia responsable e inteligente con amigos, una diplomacia que fortalecerá la cooperación entre nosotros y restaurará la fe en el Gobierno de Israel y la nueva Administración en Washington para la mejora de nuestro país», dijo Netanyahu en la reunión con los parlamentarios.
La conversación telefónica entre los mandatarios estadounidense e israelí, la primera desde la investidura de Trump el viernes pasado, fue recibida como el comienzo de una nueva etapa que pondrá fin a las tensiones que han protagonizado las relaciones de Israel con el Gobierno del anterior presidente de EEUU, Barack Obama.
Aunque Trump ha manifestado su «apoyo incondicional al país», Netanyahu prefiere caminar sobre seguro y ha dado pasos como el de ayer, al pedir a su Ejecutivo que aplazara la votación de una propuesta de ley para anexionar Maalé Adumim, en Cisjordania, un proyecto que es visto como el primero de una campaña de anexión unilateral de las tierras que Israel tiene en disputa con los palestinos. EFE y Aurora