Netanyahu trata de estabilizar la coalición

Tras la dramática renuncia del ministro de Defensa, Avigdor Lieberman, el primer ministro, Benjamin Netanyahu, inició una ronda de conversaciones con los líderes de la coalición y dirigentes del Likud para tratar de estabilizar el gobierno.
Paralelamente, el ministro de Educación, Naftali Bennett, convocó a los diputados del partido religioso nacional Habait Haiehudí, que lidera, a una reunión en las instalaciones de la Kneset.
Al parecer, los miembros del partido reclamarán al primer ministro Netanyahu la cartera de Defensa para a Bennett. Si no el partido Habait Haiehudí no recibe ese ministerio, los legisladores de la facción pedirán convocar a elecciones generales.
Durante la conferencia de prensa,  en la que comunicó su dimisión, Lieberman expresó: «Estoy aquí para anunciar mi renuncia al cargo de ministro de Defensa, y la pregunta es por qué ahora, en lo que a mí respecta, lo que ocurrió ayer, el alto el fuego combinado con el acuerdo con Hamas, es una capitulación ante el terrorismo. Estamos pagando para recibir tranquilidad a corto plazo a cambio de un daño grave a la seguridad nacional a largo plazo».
«Creo que la línea que estamos tomando en los últimos meses es totalmente errada. Ingresé al gobierno, todos sabían cuáles eran mis puntos de vista, luché por ellos desde adentro, pero por un lado es imposible evitar cualquier actividad ofensiva contra el terrorismo en la Franja de Gaza, y al día siguiente preguntarse qué pasa que pasaron 48 horas y [el líder de Hamás Ismail] Haniyeh sigue vivo. Y eso es más o menos lo que pasó”.
«No hay ninguna razón para que esos líderes terroristas de la Franja de Gaza se sientan cómodos. Caminan libremente, asisten a manifestaciones frente a la valla [fronteriza] e incitan contra el Estado de Israel. El presupuesto de ellos, de 270 millones de dólares anuales, continúan invirtiéndolo en su fortalecimiento».
«Había desacuerdos, pero a pesar de las diferencias de opinión, no busqué motivos para renunciar. Traté de permanecer lo más posible como un miembro leal al Gobierno y al Gabinete, y mantener todas las diferencias adentro, incluso a un duro precio electoral y de imagen». Liberman enfatizó que decidió renunciar debido a la transferencia de dinero de Qatar a la Franja de Gaza y al alto el fuego que se alcanzó ayer.
En respuesta al anuncio de Lieberman, un alto funcionario del Likud sostuvo que «no hay necesidad de elecciones en este período sensible de seguridad, y el gobierno puede completar su mandato. En cualquier caso, en esta etapa inmediata, la responsabilidad de la cartera de Defensa se transferirá al primer ministro, Benjamín Netanyahu».
«Nuestra responsabilidad es por la existencia continua de un gobierno de derecha estable, y por lo tanto, la renuncia del ministro de Defensa es inapropiada», puntualizó el ministro Yariv Levin, del partido gobernante Likud. «El Gobierno funcionará mientras los socios actúen mancomunados y obviamente no permitiremos que se explote la situación para el chantaje y la conducta irresponsable”.
El diputado Bezalel Somotrich (Habait Haiehudí) aseveró: «No creo que haya nadie en Israel que tenga que lamentar esta renuncia. Liberman fue un ministro de Defensa fracasado, principalmente porque no es un líder. No logró conducir el establishment de Defensa hacia un pensamiento audaz, creativo e innovador, y presentar al estamento político soluciones creativas frente a una realidad compleja».