El primer ministro, Biniamín Netanyahu, su esposa Sara y su hijo Yair serán interrogados mañana por la Policía, de manera simultánea, como parte de la investigación sobre la empresa de telecomunicaciones Bezeq, conocida como el caso 4000, informó el diario Maariv.
Los agentes de la Unidad de Crimen Económico estudian si Netanyahu favoreció al principal accionista de Bezeq, Shaul Elovitch, y a la propia empresa, a cambio de recibir una cobertura favorable de él y su esposa en un portal de información propiedad de la compañía.
Además, los reportes señalan que Netanyahu también sería cuestionado por supuesta obstrucción a la justicia en este caso.
Las mismas fuentes destacaron que si bien el primer ministro no ha sido declarado sospechoso, tras la declaración del testigo de Estado y su ex asesor de prensa Nir Hefetz, que confesó a la Policía que obstruyó la investigación, los agentes quieren interrogar tanto a Netanyahu como a su familia para saber si ellos también actuaron en el mismo sentido.
Se espera que los detectives interroguen «bajo caución» (se reservan el derecho de considerarlos más adelante sospechosos) a Netanyahu en su residencia oficial de Jerusalén, mientras que Sara y Yair serán cuestionados en las oficinas de la Unidad de Delincuencia Económica Nacional, Lahav 433, por diferentes equipos de detectives.
Será la segunda vez que Netanyahu declara sobre el caso 4000 y la novena que es interrogado por la Policía desde comienzos de 2017.
En febrero, la Policía recomendó a la Fiscalía imputar al primer ministro por delitos de fraude, abuso de confianza y soborno en el caso 1000, sobre la recepción de lujosos regalos a cambio de favores, y el 2000, que estudia un intento de pacto con el periódico Yediot Aharonot para recibir cobertura favorable.
Netanyahu se ha defendido de las acusaciones, insiste en que son «falsas» y clama que se trata de una «caza de brujas» de los medios contra él. EFE y Aurora