Mientras que el primer ministro Biniamín Netanyahu está enfrentando una creciente presión porque la policía parece estar cerca de recomendar la acusación en dos investigaciones de corrupción contra él, algunos ministros del Likud se presentaron a defenderlo, pero la mayoría optó por mantenerse al margen.
Ari Harow, ex asesor clave del primer ministro, firmó un acuerdo para convertirse en testimonio del Estado, un día después de que la policía explicara por primera vez que las investigaciones que involucran a Netanyahu giran en torno a “soborno, fraude y abuso de confianza”.
En la más vehemente defensa del primer ministro en su partido Likud, la ministra de Cultura, Miri Regev, antigua aliada de Netanyahu, dio entrevistas apasionadas a varias emisoras de radio, descartando las acusaciones como “un linchamiento de los medios”. Ella tiene plena confianza de que “el primer ministro es 100 % inocente”.
“Los medios de comunicación y partidos de la oposición han estado tratando de derrocar al primer ministro durante 20 años”, dijo Regev a Radio del Ejército. “Es lo mismo que sucede ahora. No tendrán éxito”.
Sin embargo, la mayoría de los ministros del Likud declinaron hacer declaraciones sobre las investigaciones.
El ministro de Energía, Yuval Steinitz, el ministro de Turismo, Yariv Levin, el ministro de Protección Ambiental, Zeev Elkin, y el ministro de Ciencia y Tecnología, Ofir Akunis, junto con Regev, convocaron para una reunión de emergencia para discutir la estrategia de respuesta hacia los medios de comunicación.
El domingo, todos – con la excepción de Regev – mantuvieron su silencio sobre los últimos acontecimientos y rechazaron peticiones de los medios para comentarlos.
Otros tres ministros del Likud, el ministro de Comunicaciones, Ayoub Kara, el ministro de Transporte e Inteligencia, Yisrael Katz, y el ministro de Cooperación Regional, Tzachi Hanegbi, expresaron diversos grados de apoyo durante el fin de semana.
La policía podría recomendar presentar denuncias contra Netanyahu en dos casos – el caso 1000 y el caso 2000 – ya que las investigaciones parecen ser reforzadas por “material significativo” proporcionado por Harow, antiguo jefe de personal de Netanyahu.
Una recomendación de la policía no tiene peso legal. Corresponde a los fiscales estatales decidir si presentar cargos o no.
En el caso 1000, Netanyahu y su esposa Sara son sospechosos de recibir regalos ilícitos de multimillonarios benefactores, sobre todo cientos de miles de shekels de cigarros y champaña del productor Arnon Milchan, de Hollywood.
El caso 2000 involucra un presunto acuerdo ilícito entre Netanyahu y el editor de Yediot Ajronot, Arnon Mozes, en el que el primer ministro ofreció boicotear el diario oficialista rival Israel Hayom, financiado por el millonario estadounidense Sheldon Adelson, a través de la legislación de la Knéset, a cambio de una cobertura más favorable de Yediot Ajronot hacia Netanyahu.