Netanyahu desactiva la bomba de tiempo de Amona

19 diciembre, 2016
Foto: Yaakov Wikimedia CC BY-SA 3.0

Los colonos del asentamiento de Amona aceptaron la última propuesta del primer ministro, Biniamín Netanyahu, de trasladarse a otra ubicación de Cisjordania (Judea y Samaria), poniendo fin por ahora a la fuerte pulseada estos últimos meses entre los tres poderes del Estado.

«Después de dos largos años hemos decidido posponer por ahora nuestra lucha y aceptar la propuesta», dice un comunicado del grupo de colonos, que se había convertido en uno de los principales obstáculos entre Netanyahu y su principal apoyo político en el Ejecutivo, el líder del partido religioso nacional Habait Haiehudí (Hogar judío), Naftalí Bennett.

El acuerdo prevé la evacuación de la colonia tal y como lo exigía la Corte Suprema de Justicia, aunque 24 de las familias permanecerán en una parcela adjunta a donde están hoy sus casas.

El Gobierno se ha comprometido a reconstruirles sus viviendas y ofrecerles instalaciones públicas que garanticen su carácter comunitario, en un proyecto que costará decenas de millones de dólares.

«Seguiremos en alerta y verificando que el Estado cumple su promesa de construir casas (permanentes) y edificios comunitarios. Si no lo hace, no dudaremos en comenzar de nuevo la lucha por nuestro pueblo y por toda la Tierra de Israel», agrega la nota de los colonos.

La propuesta fue aprobada por 45 votos a favor, 29 en contra y dos abstenciones, después de una reunión de más de cinco horas y largas negociaciones con el Ejecutivo de Netanyahu durante las últimas semanas.

Amona es un pequeño asentamiento en el norte de Cisjordania que la Corte Suprema ha ordenado evacuar hasta el 25 de diciembre por considerarla «ilegal», dado que fue levantada en tierras privadas palestinas.

Desde que la Corte rechazara su última apelación, en medio de una grave pugna con el poder ejecutivo, Netanyahu había ofrecido el traslado de las cerca de 40 familias de colonos a asentamientos vecinos y a una colina al lado de la actual Amona, aunque los colonos rechazaron todas las ideas.

Cientos de jóvenes de otros asentamientos se atrincheraron allí para defenderla e impedir su evacuación por las fuerzas de seguridad.

«Es la decisión más difícil que hemos tenido que tomar en nuestra vida», decían algunos colonos del grupo a través de las redes sociales.

El plan incluye la construcción de 52 casas e inmuebles, en lo que sería una suerte de «cortar-y-pegar» parte del asentamiento a unos cientos de metros de su ubicación actual, en un terreno conocido como la parcela 38.

Para ello, el Gobierno ya ha anunciado su intención de pedir a la Corte una prórroga de un mes en la aplicación de su veredicto inicial.

Si la justicia lo autoriza, el Gobierno deberá resolver después un problema de propiedad sobre la parcela, debido a que también se trata de tierras privadas palestinas, solo que en este caso la inmensa mayoría son refugiados que no se encuentran en la zona, de modo que la expropiación podría ser tolerada por la legislación local.

Además de una pugna política entre Netanyahu y Bennett, el caso de Amona ha abierto una guerra sin cuartel entre los poderes ejecutivo y legislativo, de un lado, y el judicial del otro.

A petición del Gobierno, el Parlamento aprobó en lectura preliminar un proyecto de ley para regularizar la situación de medio centenar de asentamientos en situación parecida a la de Amona, que hasta el asesor jurídico del Gobierno, Avichai Mandleblit, consideró inconstitucional.

También ha abierto viejas heridas que se creían sanadas desde la evacuación israelí de Gaza, en 2005, entre ellas la deserción de soldados -una decena de la brigada Givati abandonaron temporalmente sus bases el sábado- y un posible enfrentamiento entre colonos armados y las fuerzas de seguridad.

Oded Revivi, conocido como el «embajador» del Consejo de Judea y Samaria (nombres bíblicos de Cisjordania), mostró su satisfacción por un compromiso que «evitará un conflicto innecesario entre hermanos».

«Está claro que no es una situación fácil para ninguno de los involucrados. Espero que seamos capaces de evitar este tipo de casos en el futuro», manifestó.

También el primer ministro había exhortado a todos a «actuar con responsabilidad».

«En cualquier soldado del Ejército y las fuerzas de seguridad están nuestros hijos», apeló a la ciudadanía ante los temores de que los colonos israelíes reaccionaran con actos violentos ante lo que parecía entonces una inminente evacuación por la fuerza. EFE y Aurora

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