La canciller alemana, Angela Merkel, condenó los actos antisemitas registrados en el país en protestas contra la decisión del presidente de EEUU, Donald Trump, de reconocer a Jerusalén como capital de Israel y recordó la especial responsabilidad de Alemania hacia el Estado judío.
«Las diferencias de parecer, incluida la cuestión del estatus de Jerusalén, no justifican tales comportamientos», afirmó la canciller tras una reunión de la Unión Cristianodemócrata (CDU), cuyo ejecutivo respaldó la condena por unanimidad.
Merkel se refirió así a actos como la quema de banderas y estrellas de David registrados, en Berlín y en Múnich, durante marchas propalestinas.
Anteriormente, el portavoz alemán del Gobierno, Steffen Seibert, había condenado ya esos actos y recalcó que la postura era compartida por todos los partidos de la gran coalición -el bloque conservador y los socialdemócratas-, así como el resto de fuerzas democráticas.
«Toda forma de antisemitismo es un ataque hacia todos nosotros», apuntó el ministro de Justicia, el socialdemócrata Heiko Maas.
Alemania «tiene un vínculo especial con el Estado de Israel y los judíos», recordó por su parte el titular de Interior, Thomas de Maizière, para advertir de que no se tolerarán «insultos de ningún tipo» a la población israelí o a ese país.
El Ejecutivo alemán criticó la semana pasada el anuncio de Trump de reconocer a Jerusalén como capital e insistió en el compromiso de Berlín con una solución de dos Estados, el israelí y el palestino.
Berlín guarda cautela ante cualquier crítica hacia la política de Israel por razones de responsabilidad histórica de Alemania hacia el Estado judío, aunque sí se ha sumado a las condenas internacionales en cuestiones como la construcción de nuevos asentamientos en Judea y Samaria (Cisjordania). EFE y Aurora