El rey Felipe VI recibió este lunes el premio «Senador Ángel Pulido», concedido por la Federación de Comunidades Judías de España (FCJE) por el apoyo «continuo e inequívoco» de la Corona española al renacimiento del legado judío y sefardí y a la amistad entre los pueblos español e israelí.
El rey recibió al presidente de la FCJE, Isaac Querub, y cerca de una treintena de representantes de esta federación y dirigentes de asociaciones judías latinoamericanas.
Con esta distinción, las comunidades judías agradecen de forma especial al rey su apoyo a la ley española de 2015 que concede la nacionalidad española a los sefardíes, los descendientes de los judíos expulsados de España por los Reyes Católicos en 1492.
Esa ley fijaba tres años desde su entrada en vigor para solicitar la nacionalidad, plazo que acabó el pasado 1 de octubre, aunque el Gobierno español prorrogó un año más.
La FCJE agrupa a la inmensa mayoría de organizaciones judías en España. Según el acuerdo suscrito con el Estado desde 1992 como confesión de notorio arraigo, representa oficialmente a este grupo ante las instituciones oficiales nacionales e internacionales.
En 2005 creó el premio «Senador Ángel Pulido» para reconocer a personas o instituciones que destaquen por su apoyo al judaísmo y a las comunidades hebreas en España y en el mundo, la defensa de la libertad de conciencia, el pluralismo religioso y la lucha contra el antisemitismo.
La distinción lleva el nombre de un destacado parlamentario y personaje de la vida política española de la Restauración borbónica (finales del siglo XIX), el doctor en medicina, escritor y senador Ángel Pulido Fernández.
Pulido tuvo su primer contacto con los judíos sefardíes en 1893, cuando viajaba en un barco de vapor por el río Danubio, y después empezó a trabajar en campañas dedicadas al acercamiento al pueblo y a las instituciones españolas de los descendientes de los judíos expulsados en 1492.
Actualmente hay unos 40.000 judíos en España que mantienen instituciones educativas en todo el país y cuentan con 30 sinagogas. EFE