Los inquilinos de un edificio heredaron las viviendas

Esta es la historia de Uri Giladi fallecido a una edad temprana (56 años) que dejó siete departamentos a sus arrendatarios en la calle Mijal 20, en el centro de Tel Aviv, iluminó la imaginación de muchos.
El periódico “Calcalist” estimó el valor en base a un departamento similar vecino vendido recientemente de dos habitaciones con una superficie de 60 metros cuadrados a un precio 3 millones de shékels, reflejando un precio de aproximadamente 51.150 shékels el metro cuadro en un edificio de 1960.
La solicitud presentada el mes pasado para registrar la herencia de Uri Giladi realizó el sueño hecho realidad para los inquilinos del edificio, que le pertenecía. Giladi personalmente dio la orden de que se les entregue a los inquilinos los departamentos luego de su fallecimiento. Uri era heredero único, del edificio construido por Molodok, abuelo de Uri del lado de su madre, dado que la hermana de su madre falleció también a una edad temprana y no tuvo descendencia. Luego de la muerte de Rina, Uri quedó como heredero único del edificio. Los padres de Giladi, Gedeón y Rina se conocieron en el nuevo partido comunista, fundado por Moshé Sneh y eran fervientes comunistas. Después del nacimiento de Uri en 1960, tres años después, los padres se separaron, su padre emigró a Inglaterra y su madre fue quien se encargó de él.
En los últimos tiempos los inquilinos de Giladi eran todo su mundo, ellos fueron los únicos que lo ayudaron y alimentaron en sus últimos días, cuando se estaba muriendo de cáncer.