El ministro de Defensa, Avigdor Liberman, manifestó que Israel está actuando para desbaratar la transferencia de armas avanzadas y de destrucción masivas desde Siria hacia el grupo terrorista libanés chií Hezbollah.
Liberman realizó esas declaraciones a los embajadores de la Unión Europea luego que el régimen sirio acusara a Israel de haber atacado sus instalaciones militares con misiles tierra-tierra cerca a Damasco.
“Nosotros actuamos principalmente para proteger a nuestros ciudadanos y defender nuestra soberanía, e intentamos prevenir el contrabando de armas sofisticadas, equipos militares y armas de destrucción masiva de Siria a Hezbollah”, apuntó el ministro de Defensa.
Liberman reiteró que Israel no tiene intenciones de intervenir en la guerra civil siria y pero subrayó que “cuando se me pregunta, una y otra vez, cuál debería ser la naturaleza de un acuerdo futuro posible en Siria, yo digo y repito que no importa qué acuerdo se alcance, porque en cualquier caso, los iraníes y Assad no pueden ser parte del acuerdo”.
El ministro también les dijo a los embajadores europeos que la cooperación entre el grupo terrorista islámico Hamás en Gaza y el Estado Islámico en la península del Sinaí ha crecido en los últimos meses.
“En el mundo de hoy, es claro que no se puede contar con la comunidad internacional, cada país debe depender de sí mismo”, puntualizó.
Sobre el conflicto israelí-palestino, Liberman expresó que no es realista ni sería posible alcanzar un acuerdo permanente con los palestinos en los próximos años debido a las posiciones extremas del líder de la Autoridad Palestina (AP), Mahmud Abbas.
«Esa es la razón por la cual la idea de un acuerdo final se retrasará por lo menos unos años, y mientras tanto tenemos que permitir una vida normal en Judea y Samaria tanto para los judíos como para los palestinos», manifestó.
El titular de Defensa aseveró que «hoy está claro que los asentamientos no son un obstáculo para la paz y que el conflicto israelí-palestino no es el centro o la razón de la inestabilidad en el Oriente Medio. A pesar de eso, los líderes europeos siguen tratándolo como si fuera el problema más grande del mundo».
Lieberman lamentó el hecho de que «al menos 500 personas mueren cada día en el Oriente Medio, desde Sudán del Sur a Irak. Aquello es mucho más grave y más importante que lo que está sucediendo en Amona, pero eso no se menciona en los medios de comunicación europeos».
«Es hipócrita que sigan hablando de los asentamientos todo el tiempo», añadió. «Estoy esperando a que empiecen a hablar de Corea del Norte y los misiles balísticos de Irán».