Liberman revela un plan de «palo y zanahoria» para combatir el terror en Cisjordania

18 agosto, 2016
Foto: Ministerio de Defensa vía Facebook

El ministro de Defensa, Avigdor Lieberman, presentó su plan para afrontar la ola de violencia que impera en Cisjordania (Judea y Samaria) desde octubre pasado y que consistirá, según su propia definición, en aplicar a los palestinos la teoría «del palo y la zanahoria».

El plan consistirá básicamente en premiar a aquellas localidades palestinas de los que no salgan terroristas y castigar a las otras.

«Estamos condenados a vivir juntos», dijo Liberman en una rueda de prensa en Tel Aviv, en la que precisó que el objetivo es «premiar» con todo tipo de instalaciones y facilidades a las urbes palestinas en el territorio de Cisjordania cuyos vecinos no participen en la ola de violencia.

Para ello, dijo que destinará unos 400 millones de shékels (unos 105 millones de dólares o 95 millones de euros) durante los dos próximos años, entre otros objetivos, para la construcción de parques y canchas de fútbol, una zona industrial al oeste de Nablus, un corredor de Jericó a Jordania y un hospital en Beit Sahur.

También agilizará los permisos de construcción a ciudades como Qalquilia y ampliará el perímetro urbano para que puedan construir en las zonas C de Cisjordania, es decir, aquellas que quedaron bajo completo control de Israel después de los acuerdos de Oslo de 1994.

Por el momento, el ministro, que entró en funciones en junio pasado, ha identificado quince aldeas y localidades «verdes» (aparente alusión a libres de violencia) que será las primeras receptoras de esas ayudas.

«El objetivo es ofrecer seguridad a los residentes judíos y palestinos. Nadie quiere que le tiren un cóctel molotov en medio de la noche y nadie quiere que le entren en casa en medio de la noche y le arresten», declaró Lieberman.

Otras quince localidades definidas como «zonas rojas», de las salieron numerosos terroristas este último año, sufrirán una «fuerte presión militar», advirtió el ministro.

Según el diario Yediot Aharonot, no se trata de medidas que no estén siendo ya aplicadas, entre las que se cuentan redadas continuas en busca de armas y sospechosos, destrucción de viviendas de terroristas, detención de militantes, cancelación de permisos de trabajo en Israel e incursiones en zonas A, bajo completo control de la Autoridad Palestina (AP).

«Las medidas no incluyen la deportación de familiares de terroristas porque no son defendibles judicialmente», subrayó Liberman en alusión a demandas en ese sentido de la extrema derecha.

Entre las localidades «rojas» figuran las del distrito de Hebrón, en el sur de Cisjordania, donde la presencia militar israelí estos últimos meses es notoria debido al alto porcentaje de terroristas palestinos que proceden de esa zona.

El plan del nuevo ministro de Defensa también incluye el establecimiento de canales de comunicación directos con personalidades palestinas -empresarios, académicos e intelectuales- con el fin de abrir un diálogo a espaldas del presidente Mahmud Abbás, en quien no ve desde hace años a un socio para la paz y al que hoy definió como «obstáculo para un acuerdo».

«Quiero contactar con ellos personalmente, no a través de la Mukata (sede de la Presidencia palestina)», afirmó.

Además, el plan de Liberman prevé la creación de una página de noticias en árabe por internet para la población palestina de Cisjordania y Gaza, proyecto en el que el Ministerio invertirá 10 millones de shékels (2,65 millones de dólares o 2,35 millones de euros) y que verá la luz en enero.

«Hay una asimetría en la que Abbás habla libremente con la gente de Israel pero al contrario no ocurre lo mismo», explicó. EFE y Aurora

 

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