El ministro de Defensa, Avigdor Liberman, se refirió, durante una visita al norte del país, a la amenaza que implica el grupo terrorista islámico Hamás desde la Franja de Gaza, en el contexto del ataque realizado por el Ejército de Defensa de Israel (Tzáhal) en respuesta al disparo de un cohete contra la ciudad de Sderot.
“No se puede esperar que el Estado de Israel les permita armarse, y seguir robando el dinero de los habitantes de Gaza. Ellos recolectan impuestos y no construyen viviendas, sino túneles”, apuntó Liberman.
“Ustedes saben lo que pienso. Mi enfoque es reconstrucción a cambio de desarme, esa es la fórmula. Ellos saben que si hay una crisis, Israel, la ONU, la Unión Europea les van a resolver el problema. A ellos no le interesa resolver la crisis sino acumular poder”.
Una tensa calma se registraba en las localidades del sur del país tras el intenso ataque Tzáhal en Gaza, el más significativo desde la Operación Margen Protector en 2014. Fuentes militares puntualizaron que el objetivo del ataque, inusual por su potencia, fue la infraestructura terrorista de Hamás en el norte del enclave costero; a pesar de que ni el Estado judío ni el grupo islamista ofrecieron un detalle sobre el impacto de la represalia.
De hecho, Israel aprovechó el cohete lanzado desde Gaza contra la ciudad israelí para atacar la infraestructura operativa de Hamás. Según uno de los reportes, fue atacada una fortificación del Aparato de Seguridad Nacional, que pertenece a la organización islamista. Paralelamente, se informó sobre el bombardeo a posiciones de la Jihad Islámica. Los palestinos reportaron que un joven de 17 años resultó herido por las esquirlas.
Durante el operativo, aviones de combate de la Fuerza Aérea atacaron durante aproximadamente dos horas entre 50 y 60 blancos. A pesar de la tensión, el establishment de Defensa estima que Hamás, que planea participar en las elecciones municipales en Cisjordania, en octubre próximo, no escalará la situación.
El ex comandante de la Armada, general (retirado) Eliezer Marom, manifestó que “la respuesta es definitivamente levemente más dura que lo usual para un cohete lanzado contra Sderot. Israel está diciendo a Hamás: “no toleraremos ningún cohete desde la Franja”.
Marom también subrayó que la respuesta inusual israelí encaja con la política de Liberman.
“El ministro de Defensa está cambiando un poco el juego. No es un cambio dramático; pero esta serie de ataques en dos olas, y acometiendo contra blancos significativos, en vez de bombardear tan solo los sitios de entrenamiento de Hamás que son básicamente dunas de arenas, es de hecho un cambio, que pienso que es bienvenido y correcto”, añadió Marom.