Las últimas cartas desde el Holocausto

27 enero, 2017
Policía alemán disparando a mujeres y niños en el Guetto Mizocz 14 de octubre de 1942 Foto: Dominio Público

«Si es niña, llámale Raquel», pidió Meier Vieijra a su mujer en una misiva de 1941, un deseo manuscrito que aparece en la exhibición virtual de las últimas cartas de víctimas del Holocausto con motivo del Día Internacional que les rinde tributo hoy.

«Es una de las que hemos recibido para esta muestra, desde Holanda, que ahora se puede consultar desde cualquier parte del mundo», explica Yona Koba, investigadora del Museo del Holocausto Yad Vashem y encargada de esta exhibición que pretende además aportar un espacio de intimidad al usuario interesado en conocer el genocidio del pueblo judío a manos de los nazis.

Kobo resalta el carácter manuscrito de los documentos: «La escritura a mano es una de las formas de expresión más íntimas y personales y nos aportan una pequeña ventana a la vida de estas personas, las dificultades que pasaron, lo que vivieron y qué fue lo último que supieron sus familias de ellos».

De las más de 190 millones de páginas de documentación que guarda este centro, la mayor colección del mundo, miles de ellas son cartas redactadas a mano por niños y niñas, hombres y mujeres de los seis millones de judíos que fueron asesinados de forma sistemática y premeditada durante la Segunda Guerra Mundial (1939 y 1945).

Para muchos destinatarios, fueron también los últimos saludos y mensajes de sus seres queridos, recuerda el centro que aporta fotografías y audios de la lectura de las cartas.

Como la petición de Vieijra, arrestado en febrero de 1941 en las escaleras de su apartamento, que siete meses después escribió a su mujer antes de morir en el campo de concentración de Mauthausen, en Austria. Su hija se llamó Raquel.

Como las palabras escritas por Hersch Paluch de 13 años, desde el gueto polaco de Kónskie, que recibió su madre Helena en Argentina, hoy donadas al Museo del Holocausto de Jerusalén.

Israel tiene su propio aniversario y conmemora este día una semana antes del día de su Independencia de acuerdo al calendario hebreo, este año en abril, pero Koba explica que algunas instituciones del país también se unen al evento global porque «no sobran días para recordar lo que nunca se debe volver a repetir».

Entre los actos en recuerdo a las víctimas de la Shoá (Holocausto, en hebreo), unos 50 embajadores y diplomáticos extranjeros en Israel, asistieron a un encuentro con el primer ministro, Biniamín Netanyahu, en el Yad Vashem.

«Este día de conmemoración y memoria de las víctimas está lleno de significado. Con él cumplimos nuestra obligación de no olvidar nunca y recordar que cada víctima tiene detrás una historia, una familia, una infancia, un futuro cercenado», les dijo.

«Y cuando uno camina por las salas de Yad Vashem puede ver estas historias individuales», subrayó,

«Las últimas cartas desde el Holocausto 1941», presentadas en inglés y hebreo, se suma a otras exhibiciones en línea del centro, reunidas en una página web, en una apuesta por acercar la «información de esta tragedia y sus significados a la sociedad global de hoy».

Desde la semana pasada, los canales virtuales del Museo muestran además, en lengua española, los álbumes infantiles de ocho niños que idearon y dibujaron en guetos, campos de concentración, en la clandestinidad o mientras huían en diferentes países de Europa y Asia

Las ilustraciones y los textos se pueden «ojear» virtualmente con información adicional.

Kobo también destaca la reproducción multimedia del pasado año 2016 sobre la marcha de mujeres a Volary, en Checoslovaquia, no lejos de la frontera con Alemania y Austria.

Explica con testimonios de sobrevivientes, entre los que aparece su madre Hanah Kotlicki, cómo 350 prisioneras de 1.300 sobrevivieron a una caminata de 890 kilómetros durante 106 días, hostigadas por generales nazis.

El suceso ocurrió en enero de 1945, cuando prisioneras judías fueron evacuadas de un campo de concentración en Polonia, y obligadas a realizar una de las conocidas «marchas de la muerte», en las que murieron cientos de miles de personas.

La recién estrenada campaña virtual de cartas privadas quiere este año contribuir a reivindicar la memoria de estas víctimas desde «el mundo interior» de quienes sufrieron el Holocausto, asegura Koba.

Unos 190 mil sobrevivientes quedan en el país que se niega a olvidar la mayor catástrofe sufrida por el pueblo judío, un suceso que ha dejado marcadas varias generaciones y que está presente en la rutina individual y colectiva de sus ciudadanos. EFE

Compartir
4 thoughts on “Las últimas cartas desde el Holocausto”
  1. Como se ve en la imagen , la crueldad es la misma que la del estado islámico hoy, los del estado islámico ( y subsidiarias) son nada más que nazis con tecnología, cambio un poco el color de pelo , de piel y de ojos, pero la crueldad y barbarie es la misma.

  2. No eran campos de concentración nazis. Eran campos de concentración alemanes. Pensados, diseñados, construidos y operados por personas de nacionalidad alemana. Más adelante, cuando Alemania invadió la URSS a los comandos alemanes se sumaron ucranianos, lituanos y letones. No menos cruentos que sus empleadores y maestros del exterminio. Desde 1945, año en el que finalizó la segunda guerra mundial, la propaganda alemana usa conscientemente la denominación nazi para apartar la responsabilidad por el holocausto y el homicidio de millones de inocentes. Apartarla de Alemania y de sus ciudadanos y trasladarla a otros (por ejemplo, a Polonia). Se trata de un sistemático blanqueo de la conciencia y modificación de la narración histórica. Cabe mencionar, que, a partir de esa fecha (1945), cientos de miles de funcionarios de la NSDAP, de la Gestapo, de las SS, de las Einsatzgruppen, los kapos de los campos de concentración y otros elementos cuya función principal era exterminar al mayor número de vidas humanas encontraron cobijo en numerosos países del mundo y, sobre todo, en las dos nuevas Alemanias (la RFA, capitalista, y la RDA, comunista), continuadoras de lo que era ese país en sentido legal, formal, histórico y nacional antes de 1945. Una de las organizaciones cuyo principal fin era el encubrimiento de las atrocidades cometidas por ciudadanos alemanes pertenecientes a las SS y la protección de éstos en todos los campos de la nueva realidad de la posguerra era ODESSA. Fundada clandestinamente acorde a las disposiciones de Heinrich Himmler y con el dinero robado a los prisioneros de los campos de exterminio, siguió funcionando hasta finales de los años 80 del siglo XX. Por lo tanto, la palabra nazi es una denominación falsa. Inventada. No nos dice nada. Disfraza la historia y diluye la responsabilidad de los responsables. Los alemanes.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.