Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) demolieron parcialmente el edificio en el que vivía un terrorista palestino que asesinó a dos israelíes, que trabajaban con él en una fábrica de la zona industrial de Barkan, en Cisjordania (Judea y Samaria), hace dos meses.
El apartamento de Ashraf Naalwa, en la localidad de Shwiki, cerca de Tulkarem, también en Cisjordania, fue demolido en el medio de las protestas de los residentes locales y tras echar a los manifestantes que habían arribado a la escena, para impedir que la casa sea derribada.
Naalwa, de 23 años, asesinó a Kim Levengrod Yehezel y a Ziv Hagbi, en la fábrica de equipos de reciclado “Alon” en el parque industrial Barkan, considerado un símbolo de la coexistencia, donde trabajan codo a codo israelíes y palestinos. El ataque terrorista tuvo lugar en octubre. Naalwe llegó al lugar armado de un fusil M-16 y huyó de la escena. Recién la semana pasada, fue localizado y abatido en una vivienda del campo de refugiados Askar, en Nablus (Shjem) tras una intensa persecución.
La agencia de inteligencia Shabak (Servicio de Seguridad General) precisó que Naalwa estaba armado cuando las tropas arribaron a su escondite. Fue abatido por los comandos de la “Yamam”, la unidad de contraterrorismo de la Policía de Israel, tras un breve intercambio de fuego. No se registraron heridos entre las tropas israelíes.
En una medida sin precedentes, el jefe del Comando Norte, general Nadav Padan, emitió la orden de demoler la vivienda cuando la persecución del terrorista aún se estaba llevando a cabo.
Las FDI y el Shabak desconocen aún la ruta completa de escape del terrorista. No obstante, después de dos meses del ataque, pudieron localizarlo en una pequeña estructura en el turbulento y superpoblado campo de refugiados de Askar.
Una fuerza encubierta de Yamam allanó la estructura, donde encontró al terrorista, que les disparó con el mismo fusil que usó durante el atentado. El terrorista fue abatido en el lugar.
Las fuerzas de seguridad detuvieron e interrogaron a más de un centenar de palestinos bajo la sospecha de asistir al terrorista o de que conocían sus actividades.
El interrogatorio de los sospechosos reveló que Naalwa planeaba perpetrar otro ataque.
“Algunas veces estuvimos muy cerca de él y lo perdimos por un poquito; no cometió casi ningún error”, dijeron fuentes militares sobre el desafío que implicó atraparlo.