El principal violonchelista de la Sinfónica de Rishon Le Zion, Doron Toister inspirado en el 70 aniversario de la independencia tuvo un gesto hacia la creatividad israelí incentivando y poniendo en práctica un proyecto a través del cual las canciones israelíes que se han vuelto propiedad inalienable y se han convertido en los últimos años en éxitos, serán interpretados por la orquesta en cada concierto de abono, con arreglos sinfónicos del mismo chelista.
Un proyecto que la audiencia que ha asistido a los conciertos en la Sinfónica Rishon LeZion recibe a escuchado al comienzo del concierto y son una serie de extraordinarias obras que generalmente no se tocan en el foro de la música clásica. “Ein Gedi”, “El mul Golán”, “Jerusalén de Oro”, “Canción del Jacinto” son sólo algunas de las canciones que Doron arregló para la orquesta. En todos los conciertos de esta temporada la orquesta precede lo clásico programado con canciones conocidas que gustan mucho a la audiencia, que al principio las recibió con sorpresa pero entendió que se trata de una gratificante experiencia, diferente a lo habitual.
Ofer Sela el actual director de la orquesta declara: “Esta es una experiencia extraordinaria para el público que llega a escuchar un concierto de música clásica y se sorprende al escuchar que la orquesta clásica interpreta la mayoría de las canciones israelíes”. Además, los conciertos en los días en que se celebran los conciertos en el Heijal Hatarbut de Rishon Lezion, se presenta una hora antes de cada concierto en el vestíbulo un conjunto de cámara formado por los más destacados solistas de la orquesta ejecutando música de salón y canciones israelíes. Entre estos la primera flautista de la Sinfónica de Rishon LeZion Margalit Gafni que obsequia al público un popurrí de canciones israelíes y de varios países y es un verdadero placer escuchar su talentosa ejecución, no sólo en el gran auditorio sino que también en la intimidad del vestíbulo.■