La Segunda Vuelta Electoral como reforma necesaria

Una medida para que los políticos se dediquen a gobernar
Luis Goren, Beer Sheva
En la Edición del día 19-3 -2009 de Aurora, fue publicada una cartita mía con el título: “Con dos grandes partidos, alcanza”, y el día 16-8-2012, publicaron otra titulada: «Implementar la segunda vuelta electoral”.
El 7-5-2015, al saberse la configuración del nuevo gobierno que tenemos, a posteriori del triste mercadeo como fueron las negociaciones para formarlo, se me ocurrió enviar otra cartita sobre el mismo tema.
Es evidente, que el sistema electoral vigente, es obsoleto, y está totalmente perimido. Porque este tipo de gobiernos, en lugar de ser una mezcla de tres partes de arena, dos de cal y una de cemento, que es algo firme y duradero, con la que se puede construir edificios estables y con futuro, resulta ser una emulción de 50% agua y 50% aceite, que parecen unidos mientras dura la agitación, pero que se separan en sus componentes en cuanto se produce la calma.
Y esto es lo que vimos que  pasó en el gobierno anterior, y lo que se puede presumir va a pasar con el nuevo-viejo que se acaba de conformar. Pero esto sería lo de menos; lo grave y preocupante del proceso, es que durante todo el tiempo que se “despilfarró” en elecciones y negociaciones, el país estuvo parado, como enfermo de parálisis, y no se hizo absolutamente nada de nada para intentar solucionar los varios y graves problemas que lo aquejan, y que requieren tratamiento urgente.
Es por eso que insisto en que necesitamos la Segunda Vuelta, porque de esta manera, el gobierno podrá dedicarse de lleno a gobernar, y no como ahora que parecen todos artistas de circo, bailando en la “cuerda floja”, tratando de no caer, como ocurrió hace poco tiempo. Por otra parte, provoca una sensación como de asco, el comprobar que las negociaciones para formar un gobierno, son solamente para conseguir ventajas personales, sin importarle a la gran mayoría de los políticos lo que pase con el país y su gente.
La Segunda Vuelta finiquitaría todos estos arreglos; porque si los dos partidos que tienen mayor número de votos (si ninguno llega al 51%), concurren a otra elección una semana después, todas las negociaciones se deberán realizar durante esa semana, y entonces el pueblo va a disponer de la información necesaria, para poder elegir quien “realmente” va a ser el gobernante y sus ministros, a quien votará de acuerdo a su inclinación.
No como acaba de pasar, que se pensó en Juan para un Ministerio, pero por conveniencia de la coalición, resulta que ese ministerio lo va a ocupar Pedro, aún en contra de la opinión de la mayoría de la población. Es evidente, que si se elige este sistema, los partidos pequeños no tendrán futuro, por lo que tratarán de unirse los de la misma ideología, para conseguir algún resultado. Por otra parte, no ocurrirá como ahora, que un partido con el 5% de los votos, se convierta en árbitro y ponga sus condiciones para formar gobierno.
Es evidente que la Segunda Vuelta, solamente ofrece ventajas para Israel y sus habitantes; si no se implanta, es gracias a la mayoría de los políticos, que cegados por su ambición desmedida se olvidan de pensar en el país que les da de comer (¡y en que forma!).
Me parece que el tiempo me está dando razón.