La miel endulza octubre con diversas festividades judías

5 octubre, 2016
Primera Foto: Ilustración. Segunda: Batalla de Jericó. Tercera: Rezando en el Templo. Cuarta: Shofar en Josué 63, Jim Padgett, 1984.
Primera Foto: Ilustración. Segunda: Batalla de Jericó. Tercera: Rezando en el Templo. Cuarta: Shofar en Josué 63, Jim Padgett, 1984.

Shofar, miel y manzanas en Rosh Hashaná
Rosh Hashaná es una festividad de amplia significación, pero la gente por lo general la conoce como el Año Nuevo Judío, en realidad  engloba cuatro grandes temas que están interconectados entre sí: El año nuevo judío, el día del juicio, el día de la recordación y el día del soplado del shofar. Iom Kipur se realizará 10 días después. Durante estos acontecimientos los judíos limpiarán su alma y le darán a su espíritu la paz necesaria para comenzar un mejor y más pleno año, con la conciencia más limpia.
Según el Talmud, Dios creó a la humanidad en el primer día del mes de Tishri, también conocida como “cabeza de año”

El símbolo de Rosh Hashaná es el shofar, el día que se sopla el shofar recuerda la historia de Isaac, D’s salva su vida como recompensa por la fe de Abraham y sacrifica en su lugar a un carnero.

El sonido del shofar reafirma a D’s como gobernante de toda la humanidad, agita el alma de los judíos para despertar al pueblo.

El propósito es que la especie humana reconozca a D’s y ofrezca al mundo una reflexión de su gloria. D’s nos juzga, no sólo en nuestros actos, sino que como una parte de la gran misión. Identificando rezando por su reinado, demostramos que queremos ser parte del propósito del mundo y que queremos hacer del mundo un lugar mejor.

Historias de Iom Kippur
Luego que el ISIS asesinara brutalmente al periodista israelí-norteamericano Steven Sotloff, emergió su historia de valor y coraje. Steven minimizó su religión y el hecho de ser ciudadano israelí.

Primera Foto: Ilustración. Segunda: Foto: Government Press Office. Tercera: Chivo expiatorio. Cuarta: Sinagoga, 1733, Francia.
Primera Foto: Ilustración. Segunda: Foto: Government Press Office. Tercera: Chivo expiatorio. Cuarta: Sinagoga, 1733, Francia.

Cuando fue capturado por los terroristas en Siria 2013, hizo todo lo posible por ocultar su judaísmo a los captores, su familia estaba aterrorizada al pensar que sus captores descubrieran que era judío y que por esta razón recibiera un mayor castigo, borrando toda conexión con su hijo en internet y absteniéndose de hacer públicas declaraciones para su liberación.

Sin embargo y a pesar del grave peligro que corría, el Iom Kipur siguiente a su captura, Steven Sotloff logró burlar a sus captores, ayunando y hasta rezando en dirección a Jerusalén en el día sagrado. Un ex prisionero comentó: “Les dijo que estaba enfermo y no quiso comer, a pesar de que ese día sirvieron huevos. Solía rezar en secreto en dirección a Jerusalén. Observaba en que dirección sus captores musulmanes oraban y luego ajustaba el ángulo y rezaba en las mismas narices de sus captores”.

Arrestado por soplar el Shofar
Bajo el dominio turco y luego británico, la actividad judía en el Muro Occidental, el último vestigio que queda del antiguo templo judío en Jerusalén y el lugar sagrado del pueblo judío, fue severamente limitado. La ley británica codificó las restricciones a los judíos que querían rezar en el Muro. No podían recitar sus oraciones en voz alta, no podían llevar la Torá y se les prohibía tocar el Shofar.
En Iom Kipur de 1930, cuando concluyó el servicio final de Neilá, en los rezos antes de la puesta del sol, un sonido resonó que no fuera oído en ese lugar desde hacía generaciones, el sonido de un Shofar. Un joven rabino, Moshé Segal, había introducido un Shofar en el Muro de los Lamentos y lo sopló en su tradicional lugar al final del servicio de  Iom Kipur.
El rabino Segal fue detenido inmediatamente, pero en los años siguientes, otros jóvenes judíos, todos adolescentes, tomaron su lugar. Cada año desde 1930 hasta 1947, jóvenes adolescentes se las ingeniaron para tocar el shofar, escondido entre las ropas, en el Muro al finalizar Iom Kipur. Uno de ellos recuerda que en 1947 cuando tenía que tocar el shofar, alguien le dijo “Vos vas primero, si te arrestan o no lo logras, alguien más va a tomar tu lugar”.
Los soldados británicos detuvieron a los muchachos que tocaban el shofar. Cada uno fue juzgado y condenado a prisión por períodos de hasta seis meses y aún así surgían voluntarios sin inmutarse. “Juramos dar la vida por la resurrección de nuevo pueblo judío”, explica Jacob Sika Aharoni, quién tocó el shofar en el Muro a los 16 años en 1936.
Cuando Jordania capturó la Vieja Ciudad de Jerusalén, prohibieron a los judíos poner un pie cerca de la Pared Oriental durante 19 años. En 1967 Israel liberó el Muro, permitiendo a los judíos, musulmanes y otros el acceso y donde se pudo escuchar libremente el sonido del Shofar.
El llanto del Shofar ¿Cómo podemos descartar el pasado y empezar de nuevo? El shofar nos muestra el camino. Este es un instrumento muy simple, sólo producen los sonidos más básicos. Según el Talmud, su sonido crudo y discontinuo representa el sonido del llanto (Rosh Hashaná 33b).

7El llanto viene de una parte muy profunda del alma de una persona. No es la voz de nuestro intelecto – explica lo que somos y lo que queremos de Dios para este año. Se destroza y llora pidiendo a Dios desde lo más íntimo de nuestro corazón.
El llanto viene de lo más profundo de nuestra alma, una parte de nosotros sin mancha por nuestros pecados y defectos.
El llanto se corta a través de todas nuestras capas externas – del intelecto, la apatía y la sofisticación. Es una llamada de la parte de nuestra alma muy por debajo de todo eso – de nuestra parte nunca mancillada por nuestros pecados y defectos. Por lo tanto, nos pone en contacto con quienes somos en realidad. Nos identifica con nuestro yo verdadero, cuando el shofar llora, clamamos con él. Podemos conectarnos con Dios y con nosotros mismos plenamente y sin inhibición.

En las trincheras polacas
Uno de los más inusuales servicios de Iom Kipur no tuvo lugar en una sinagoga, fue por el año 1939, se había declarado la Segunda Guerra Mundial y las fuerzas de Hitler luchaban en Polonia por el control del país. Varsovia, la capital polaca, estaba bajo el ataque directo. Para aumentar los esfuerzos del ejército polaco para repeler a los invasores nazis, los judíos de Varsovia se unieron para cavar zanjas de protección alrededor de la ciudad. Iom Kipur de 1939 llegó con una ciudad en estado de sitio. Las casas y las sinagogas habían sido destruidas por los ataques alemanes, Varsovia batallaba diariamente y desde la Luftwaffe se preparaba un ataque por tierra.
El ejército de Polonia permitió que los residentes judíos del lugar no ayudaran en la defensa el día de Iom Kipur, en reconocimiento al día sagrado de la comunidad. Sin embargo los periódicos de la época informaron, que muchos de los judíos de Varsovia no tenían lugar donde ir, sus casas y sinagogas yacían entre los escombros, entonces en su lugar se reunieron en las barricadas de la ciudad y desesperadamente ayudaron a cavar más trincheras defensivas. Los hombres en edad para luchar estaban en el ejército, los que se quedaron eran ancianos y niños, juntos trabajaron febrilmente sin dejar de recitar el servicio de Iom Kipur. Los judíos, muchos de ellos rabinos ancianos, recitaron los salmos y el Vidui, la oración de confesión de Iom Kipur, mientras cavaban las barricadas. Bajo el ataque constante de los aviones, los hombres y los niños mayores juntos recibían cada explosión de las bombas con un fuerte grito “¡Shmá Israel!
Extractos tomados de “Aish”

Sucot – La fiesta de la cosecha
Según los libros bíblicos del Exodo y el Deuteronomio, Sucot tuvo un origen agrícola. Conocido entre otros títulos como “La Fiesta de la cosecha” se celebraba a fines de año luego de recoger la cosecha. Era algo similar a la fiesta pagana descrita en Jueces 9.27.
Sucot es una festividad alegre, en la que expresamos nuestra completa confianza en D´s. Durante toda la semana de Sucot, se degustan ricas comidas, se comparte el tiempo con familiares y amigos y se duerme en la sucá, recordando que los israelitas vivieron en cabañas durante los 40 años que deambularon por el desierto. Que D´s es nuestra verdadera protección.
Se usa en estas festividades agitar las “Cuatro Especies”, cada una denotada por su belleza especial: El Etrog – la cidra, una fruta con fragancia que posee una gruesa cáscara blanca. Lulav – la rama de palmera, que es definida como bella por tener una forma recta y hojas firmemente unidas. Hadás – la rama de mirto, que tiene un hermoso patrón de tres hojas saliendo desde el mismo punto a lo largo de toda de la rama. Aravá – la rama de sauce, que debe tener hojas alargadas con una punta fina.
Construir tu propia Sucá es una excelente actividad para compartir con la familia. Puede estar construida en un patio, en el balcón de un departamento, o en el jardín.

Simjat Torá – La Alegría de la Torá
Con el paso del tiempo ”Simjat Torá”, que quiere decir en hebreo la alegría de la Torá, se constituyó en una verdadera fiesta popular que reúne a hombres, mujeres y niños. Los pergaminos de la Torá son sacados del Arca y llevados por la gente alrededor de la sinagoga siete veces, en muchas ocasiones se la lleva para ser vista por los vecinos cercanos a la sinagoga, por las calles del lugar.
Es costumbre que a los niños se les den regalos de dulce y fruta porque se ha dicho que los “mandamientos del Señor son más dulces que la miel.”
En Israel se festeja ”Simjat Torá” el 8º día de ”Sucot”, junto con ”Shminí Atzéret”, lo que en cierto modo limita las manifestaciones de alegría. En la Diáspora se le agrega a ”Sucot” un día más, que es precisamente el de ”Simjat Torá”.
Después de ocasiones festivas, D´s nos pide un último día, sólo con nosotros. No hay actividades especiales: no hay shofar, juicio, sucá, lulav. De hecho, las festividades anteriores involucraban a toda la humanidad: en las Altas Fiestas D´s  juzga a todo el mundo. En Sucot llevábamos ofrendas al Templo para el bienestar de todas las naciones. Simjat Torá es distinto. No hay nadie más, sólo nosotros.
Cada uno de nosotros tiene su historia personal, cómo se convirtió en la persona que es actualmente y qué significa la Torá para él. Nadie tiene el monopolio de la sabiduría de D´s. Todos podemos estudiarla y reconocer el mensaje personal que tiene para cada uno. Cuando bailamos en Simjat Torá, celebramos que hemos sido limpiados en Iom Kipur. Celebramos que D´´s ha vuelto a aceptarnos. Y celebramos que la Torá es nuevamente nuestra.

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