La Ley de Regularización que busca legalizar los asentamientos construidos en terrenos privados palestinos fue aprobada en primera lectura por la Knéset (Parlamento) por 58 votos a favor y 51 en contra -dos días después de haber sido votada en lectura preliminar-.
El ministro de Educación y líder del partido religioso nacional Habait Haihudí, Naftalí Bennett, elogió la movida.
«Este es un día de orgullo extremo. Es un día en el que medio millón de habitantes de Judea y Samaria y todos los ciudadanos israelíes pueden levantar la cabeza sabiendo que no sólo somos verdaderamente el pueblo de esta tierra, sino que también somos el pueblo según la ley del Estado de Israel», se regocijó.
«El siguiente paso es imponer la soberanía israelí en Maale Adumim, y el paso siguiente es aplicar la ley. Lo impondré cuando tenga treinta mandatos. Ustedes dijeron que esto no era posible, y sin embargo aquí está sucediendo», expresó.
«Quiero dar las gracias al primer ministro, Biniamín Netanyahu. Durante los últimos días hemos trabajado muy duro para proporcionar una respuesta a un asunto que está lejos de ser simple», dijo Bennett.
En relación a los habitantes del asentamiento ilegal Amona, cuya evacuación y demolición ha sido programada para antes de fin de año, y que han insinuado su disposición a ejercer la fuerza para resistir el desalojo, Bennett advirtió que “en ninguna situación y bajo ninguna circunstancia se puede levantar la mano contra un hermano”.
Los funcionarios israelíes temen que la Ley de Regularización le suministre justificativos a la Corte Penal Internacional de La Haya. El proyecto de ley ha sido criticado duramente por Alemania. El propio Netanyahu habló sobre una posible acción judicial internacional cuando se opuso inicialmente a la legislación que promueve el partido de Bennett, ubicado a la derecha del Likud, el partido gobernante.
Los palestinos han condenado el proyecto de ley alegando que busca apropiarse de territorio por medio del Estado.
Fiel a su oposición al proyecto de ley, Benny Begin, hijo del extinto primer ministro, Menachem Begin, votó por tercera vez consecutiva en contra de la propuesta de ley.
Begin ha sido suspendido temporalmente de la Comisión Constitucional y Legal de la Knéset por votar en contra de su partido, el Likud.
No estoy ni en contra ni a favor. El derecho a la propiedad privada y su respeto ha sido por muchos siglos desde los tiempos de los patriarcas.