La expansión del antisemitismo en Europa, donde muchas comunidades judías destinan ya un 50 % de sus recursos a su propia seguridad, está poniendo en peligro el futuro de la vida judía en el Viejo Continente y con ello, los valores democráticos en general.
Esta fue la principal advertencia lanzada en una conferencia contra el antisemitismo y el antisionismo celebrada en Viena en el marco de la presidencia austríaca de la Unión Europea.
Políticos, parlamentarios, dirigentes judíos y académicos de Europa, Estados Unidos e Israel se reunieron en la capital austríaca para analizar cómo luchar mejor contra el antisemitismo y garantizar la seguridad de los cerca de 1,5 millones de judíos europeos.
Ariel Muzicant, vicepresidente del Congreso Judío Europeo y uno de los organizadores del evento, advirtió del creciente peligro que afrontan los judíos en Europa, sea desde la extrema derecha, izquierda o del entorno islamista.
«Nos encontramos en una encrucijada, los próximos meses y años serán decisivos para los 1 millón y medio de judíos de Europa», declaró.
«Las cosas están empeorando», aseguró Muzicant y destacó explícitamente los casos de Francia, el Reino Unido y Suecia.
«Tenemos que dejar de limitarnos a hablar y empezar a actuar. Un primer paso es la declaración de principios sobre la lucha contra el antisemitismo que debe ser adoptada por el Consejo Europeo el próximo 6 de diciembre», dijo.
«Sin embargo, aún hay cinco o seis países que se niegan a firmar la declaración por alguna ‘estúpida razón'», agregó el dirigente judío austríaco, sin precisar cuáles son los países que se resisten.
Esta declaración contiene una definición del antisemitismo, así como el reconocimiento explícito de que los judíos son ciudadanos europeos con pleno derecho a vivir en paz.
El anfitrión político del encuentro, el canciller federal austríaco, Sebastian Kurz, calificó de «increíble» el que casi un siglo después del Holocausto todavía pueda haber antisemitismo.
Advirtió además de que el antisemitismo y el antisionismo, es decir, el odio al Estado de Israel, «son muchas veces las dos caras de la misma moneda».
Austria, con su propio pasado nazi, tiene tanto «la responsabilidad de mirar hacia atrás», como la de buscar un futuro libre de antisemitismo, consideró el canciller conservador.
«Solo si los judíos pueden vivir en paz habremos asumido nuestra responsabilidad histórica», concluyó Kurz, cuyo democristiano Partido Popular gobierna en alianza con el ultraderechista FPÖ, fundado en la década de 1950 por antiguos nazis.
Hasta 1938 vivían en Austria unos 200.000 judíos, de los que un tercio fueron asesinados y el resto lograron emigrar, sobre todo a Israel y Estados Unidos.
Hoy, la comunidad judía austríaca está compuesta por unas 8.000 personas, mientras que en Europa los principales centros judíos se encuentran en Francia (con 500.000), el Reino Unido (300.000) y Rusia (180.000).
Según una encuesta publicada en la víspera de la conferencia por el «American Jewish Joint Distribution Committee», solo un 20 % de los judíos europeos se sienten «muy seguros» en su país de residencia, frente al 36 % de hace 10 años.
En su intervención en el foro, la comisaria europea de Justicia, Vera Jourová, calificó de «injusto» el hecho de que muchas comunidades judías en Europa se vean en la necesidad de destinar la mitad de sus recursos a medidas de seguridad.
Oskar Deutsch, el presidente de la comunidad judía austríaca, explicó que en su caso ese gasto asciende «sólo» al 25 %, cuya mitad es asumida por el Estado.
«Pero en la mayor parte de los países europeos, el Estado no aporta casi nada», agregó.
La población judía no solo se ve amenazada por ataques físicos, como atentados terroristas o agresiones en las calles, sino también en forma de difamaciones e insultos en internet.
Manfred Weber, candidato cabeza de lista del Partido Popular Europeo a las elecciones europeas de mayo de 2019, abogó por que la UE adopte duras medidas contra este tipo de abusos en la red.
«Lo que está prohibido en el mundo impreso tampoco debe estar permitido en las redes sociales», aseveró el eurodiputado, quien aspira a ser el próximo presidente de la Comisión Europea.
Por su parte, el rabino neoyorquino Arthur Schneier alertó de que el mundo «está en un momento de convulsión, de transición, con peligro para los valores democráticos».
«Los judíos solo prosperan si hay estabilidad», aseguró Schneier, quien se mostró escéptico de que el antisemitismo pueda frenarse únicamente con medidas gubernamentales.
«El genio ha salido de la botella. Los gobiernos deben actuar, pero no lo pueden hacer solos, sobre todo en un momento en el que no hay confianza ni creencia en los políticos», advirtió el rabino, nacido en Viena en 1930 y expulsado de Austria por los nazis. EFE
La expansión del antisemitismo pone en peligro la vida judía en Europa
Interior de la Sinagoga de Stadttempel en Viena Foto: Dnalor 01 Wikimedia CC BY-SA 3.0 at
Que esperan para salir de Europa ??
Al menos en España, en medios públicos no parece haber ningún tipo de rastro de antisemitismo, y de antisionismo poca cosa, en la única televisión que se califica de izquierdas, La Sexta, apenas aparecen noticias de Israel, tiene que haber un atentado terrorista mortal o un hecho especialmente grave. En la prensa o internet, sí se nota algo más más bien los comentarios de algunos elementos, aparentemente de la izquierda radical o comunistas, o musulmanes propalestinos, Pero luego las sinagogas reciben ataques vandálicos y amenazas, y tiene que contratar seguridad siempre, algo que se desconoce en España. En cualquier caso, aparentemente no debería ser un país especialmente peligroso para los judíos comparable a otros europeos como Francia, pero a saber, ahora mismo el colectivo que más discriminaciones y ataques violentos recibe es el LGTB, y cara a la galería España se distingue del resto de Europa y del resto de países occidentales por sus leyes igualitarias con la minoría LGTB, y frecuentemente televisiones, políticos y personajes famosos les apoyan, mientras que los judíos españoles es como si no existieran, para bien o para mal.
En cuanto a la seguridad, aunque siempre es mejor contratar los servicios de una empresa profesional porque conocerá los requisitos o los lugares para instalar alarmas, cámaras de seguridad, etc. o será más difćil que deje sonar una falsa alarma de madrugada o se encargan ellas mediante una cuota mensual, pero también hoy día existe una amplia oferta de sistemas domésticos que puede utilizar cualquier persona, el único problema es que normalmente son incompatibles entre sí los dispositivos de distintas marcas. Los dispositivos inteligentes o los denominados IoT (Internet of Things) pueden conectarse a internet o mediante un centro de control por diferentes estándares, distintos estándares son incompatibles entre sí, así un detector de puertas abiertas o un sensor de humo o una cámara de vigilancia puede conectarse por Wifi por sí solos, o por bluetooth a través de un dispositivo de control central o del móvil, o por uno de los estándares de bajo consumo como el Zigbee que suele utilizar Xiaomi, o por una de las nuevas conexiones móviles que ya comercializan las operadoras de telecomunicaciones españolas, pagando una cuota mensual por cada dispositivo, controlados desde una página web de la operadora y siempre comprando sus dispositivos exclusivos ya que también existen distintos estándares incompatibles, o también existen dispositivos como el sensor de temperatura y de humedad de Xiaomi que se conecta por Zigbee a una centro de control o gateway de Xiaomi o por Bluetooth directamente a un móvil con la aplicación Mi Home. La mayoría de los dispositivos inteligentes de Xiaomi, que suelen ser de calidad y muy baratos en tiendas chinas, tienen una aplicación móvil desde la que se controlan y se programan para funcionar en conjunto, si se compran las versiones chinas la aplicación hay que configurarla como si estuviéramos en China, además se conectan a un servidor de China, a veces con fallos, donde por ejemplo se guardan los vídeos cuando las cámaras de vigilancia detectan movimientos, si como normalmente se hace su configura así ya que es una función muy útil, pero si compraramos un aspirador Xiaomi versión internacional necesitaríamos instalar la aplicación configurada para España o Europa, dos versiones en el mismo móvil con alguna aplicación o móvil que lo permita, y los dispositivos de distintos servidores no pueden interactuar entre ellos. Para juntar algunos estándares de todo el maremagnum de dispositivos inteligentes hay algunas soluciones algo complicadas, una de ellas es un microordenador Raspberry Pi con linux donde conectar centros de control para cada estándar que estén soportados, por ejemplo existen centros de control compatibles con varios estándares IoT o un centro de control de un fabricante que es compatible con distintos fabricantes Zigbee, entre ellos Xiaomi que utiliza una versión Zigbee algo diferente del estándar común, luego con un software libre como Home Assistant, siempre que haya plugins para tanto los centros de control como para los dispositivos, se podría configurar por ejemplo un comando para un Echo de Alexa o un Google Home (opción que sí es un servicio de pago con una cuota mensual de 5 $) que ejecute una programación compleja como una secuencia de acciones al despertarse en un hogar inteligente con dispositivos y electrodomésticos de varias marcas o que cuando salte la alarma del sensor de un fabricante se grabe un vídeo durante un tiempo determinado en una zona con una cámara motorizada por Wifi de otro fabricante con estándar ONVIF (cámaras que comparten comandos internos comunes) y suene una alarma de otro fabricante con otro estándar de conexión. Pero también puede venir bien un Amazon Echo por sí solo para ejecutar configuraciones sencillas o aunque sólo sea para ejecutar comandos individualmente de dispositivos de distintos fabricantes, siempre que el fabricante del dispositivo inteligente saque un skill y que funcione en España o en el país donde se resida. La versión Echo Plus tiene como principal ventaja sobre el Echo normal que incluye un centro de control Zigbee, por lo que en teoría no haría falta la central de control del fabricante de los dispositivos inteligentes con estándar Zigbee, aunque por ejemplo en el caso ecosistema inteligente Xiaomi tampoco es nada grave ya que un gateway cuesta 20 € e incluye varias funciones añadidas que en teoría también se podría controlar por Wifi en un Echo normal sin Zigbee, pero, al igual que ocurre en este Echo normal, sin Skill o sin opciones tan completas como las de la aplicación de Xiaomi, no se pueden controlar o acceder a funciones avanzadas de los dispositivos Zigbee, ni bluetooth ni Wifi.
En definitiva, uno mismo se puede montar su propia alarma a poco que se tengan algunos conocimientos, o unirla a otros dispositivos y electrodomésticos inteligentes, en el caso de los sistemas de alarma lo más parecido a las empresas profesionales es configurarla con un acceso a internet preferiblemente móvil y con batería de respaldo por ejemplo con un router Wifi con 3G/4G conectado a una batería por si se corta la corriente o el cable de internet, y ya todavía mejor que de un aviso al móvil y guarde vídeos automáticos en la nube, como hacen por ejemplo las económicas cámaras de Xiaomi, pueden costar la mitad o menos con una calidad igual o superior, la pega es que su servicio en la nube a veces puede fallar, es un servicio gratuito para uso doméstico o no muy riguroso, y que los guarda en un servidor de China y puede ser delicado por ejemplo en Israel.
Se me olvidó añadir que las cámaras de videovigilancia de Xiaomi, por ejemplo las motorizadas Wifi para interior alimentadas por USB, que se pueden encontrar por 30 € o 120 shekels, también graban vídeos en una tarjeta microSD al detectar movimientos o de forma continua, pero una opción de guardar los vídeos en la nube asegura que se conserven cuando por ejemplo unos ladrones destruyan la cámara. De todas formas, aunque sólo se guardasen los vídeos en la tarjeta microSD, la cámara permanece conectada a los servidores de Xiaomi para que el usuario pueda controlarla remotamente desde el móvil, y Xiaomi es una compañía china que no vende algunos de sus productos en Estados Unidos, como ocurre con otras marcas chinas, por cuestiones de preservar la privacidad de sus ciudadanos con software espía. Algunas cámaras de Xiaomi han sido hackeadas por usuarios para poder usarlas con un software libre como Home Assistant, cambiando el firmware de algunos modelos pueden funcionar de modo más estándar o sin conectar con los servidores de la compañía china.
Que triste y antidemocrático es no dejar opinar, como judío de la diáspora me siento discriminado por éste «diario»
PORQUE ALGUNOS COMO YO LUEGO DE ESCRIBIR DOS RENGLONES SE BORRA TODO LO ESCRITO Y HAY ALGUNAS PERSONAS COMO EL REPUBLICANO ESP. A QUIEN RESPETO Y LEO SUS COMENTARIOS PUEDEN ESCRIBIR MAS DE 100 RENGLONES SIN NINGUN PROBLEMA. DONDE ESTA LA TANGA.
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