La directora ejecutiva de Facebook, Adi Soffer Teeni, afirma que la compañía está atravesando períodos difíciles y debe recuperar la confianza del público tras la serie de escándalos y dudas sobre la conducta y la política de la compañía.
Soffer, admitió que las medidas que está tomando Facebook en la actualidad, llegan tarde y entiende que el público tiene muchas preguntas sobre el gigante de las redes sociales y su papel como empresa de tecnología y plataforma.
Facebook ha generado críticas en los últimos meses por una serie de escándalos que han oscurecido su proceder comercial: Su rol en la propagación de material falso o malicioso especialmente durante las elecciones presidenciales del 2016 en los Estados Unidos, el uso de los datos y de la plataforma por parte de firmas que mediaron en las elecciones, y las dudas sobre la libertad de expresión.
El mes pasado, el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, fue criticado por decir que el sitio no eliminaría a las personas por negar el Holocausto, lo que refleja por la cuerda floja que la compañía está tratando de caminar entre el fomento de la libertad de expresión el control de las expresiones de odio.
Facebook ha hecho esfuerzos recientemente para identificar y eliminar las páginas o los robots sospechosos de ser controlados por terceros. Al mismo tiempo se analizó que un consultor político usó los datos de decenas de millones de cuentas de Facebook para perfilar a los votantes durante la campaña electoral de Trump.
El lema de Facebook en el año 2014, era “moverse rápidamente a través de todo y actuar con rapidez y hacer cosas”, porque entendieron la magnitud de su rol y la responsabilidad en obtener productos y servicios nuevos a grandes velocidades para entregar al mundo”, comentó la directora.
“Actualmente, un producto sale al público únicamente luego de que un profesional haya pensado todos los potenciales usos maliciosos que se pueden producir con el mismo, y se puede entender que este no fue el espíritu de la empresa los años anteriores”. manifestó
La compañía continúa lidiando con preguntas existenciales, que van desde la privacidad de sus usuarios a las falsas noticias y desinformación, discursos de odio y de extremismo y cómo combatirlas para que no interfieran en su plataforma y buen nombre.