La derecha israelí protesta en Jerusalén contra la corrupción

Manifestación contra la corrupción en Jerusalén Foto: Facebook

Miles de personas participaron en protestas contra la corrupción en las ciudades de Tel Aviv y Jerusalén, donde se reclamaron medidas contra el primer ministro, Biniamín Netanyahu.

Unas quinientas personas secundaron la manifestación de Jerusalén, que tenía la particularidad de haber sido convocada por grupos de derecha, mientras que en Tel Aviv se han repetido estas concentraciones contra la corrupción cada sábado desde hace cuatro semanas.

En las concentraciones se protestaba contra el primer ministro, Biniamín Netanyahu, sospechoso en dos casos de corrupción.

Estas últimas, conocidas como «la Marcha de la Vergüenza», han sido organizadas por los líderes sociales que durante meses llamaban a una manifestación semanal anticorrupción cerca de la casa del fiscal general del Estado, Avichai Mandelblit, al que acusan de no tramitar con celeridad los casos en que supuestamente está involucrado el jefe del Gobierno.

En otras ciudades como Haifa, al norte del país, también se registraron concentraciones.

«¡No izquierdista, no de derecha, sino honesto!, decían algunas de las pancartas vistas en Tel Aviv.

En Jerusalén, se leía «la Policía y el Ejército nos pertenecen» o «Merecemos políticos limpios», mientras que los manifestantes coreaban que «sin profesionalidad no hay estado» en la primera protesta de este tipo en la que participan votantes del Likud, dirigido por Netanyahu.

El mandatario es considerado sospechoso por la Policía en dos asuntos de corrupción, conocidos como caso 1000 y 2000, en los que se investiga si recibió favores de empresarios a cambio de favorecer sus intereses y si negoció con un medio de información legislar en contra de su rival a cambio de una cobertura favorable.

El primer ministro ha negado reiteradamente que haya hecho nada ilegal.

La semana pasada, el jefe de la coalición gubernamental, David Bitan, presentó su dimisión por la investigación policial abierta sobre él por una presunta implicación en otro caso de corrupción cuando era vice intendente de Rishon Lezion, al sur de Tel Aviv.

Bitan ha sido sustituido por David Amsalem, impulsor del polémico proyecto de ley de las «recomendaciones» que pretendía impedir que la policía pueda hacer recomendaciones a la Fiscalía tras llevar a cabo una investigación en casos que involucren a altos cargos -a no ser que ésta se lo requiera específicamente- y que, de hacerse, estas no se difundieran.

Precisamente esta ley impulsó las multitudinarias protestas contra la corrupción gubernamental en Tel Aviv, que llevaron a Netanyahu a ordenar reformar la propuesta para que esta no se aplique en su caso.

Hoy Amsalem aseguró que «un primer ministro que es acusado de aceptar sobornos no puede seguir siendo primer ministro», aunque descartó que este sea el caso de Netanyahu. EFE y Aurora

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