La academia israelí protesta por código de ética “antipolítico”

Las principales figuras de la comunidad académica de Israel han rechazado rotundamente los planes para un código ético que limitaría a los profesores de expresar una opinión política a los estudiantes durante las clases.
Un comité de jefes universitarios dijo en un comunicado que la intención del ministro de Educación Naftali Bennett de aplicar el código “viola la libertad académica”.
En diciembre pasado, Bennett pidió al profesor Asa Kasher, quien escribió el código de ética de las Fuerzas de Defensa de Israel, que elaborara un documento que estableciera las pautas para un comportamiento aceptable de los académicos con respecto al activismo político durante las sesiones de enseñanza.

Kasher recientemente presentó el código a Bennett y este último ahora planea presentarlo para su aprobación por el Consejo para la Educación Superior en Israel, el órgano nacional de gobierno para los institutos académicos, según informó Yediot Ajronot.

Aunque el código no está dirigido a ninguna orientación política particular, la academia israelí es a menudo vista como de izquierda. Bennett, jefe del partido religioso-nacionalista de Habait Hayehudí, es visto como alguien que intenta limitar las voces izquierdistas en las instituciones educativas, a la vez que intenta introducir más opiniones desde la derecha.
Bajo el código de ética propuesto, se les prohíbe a los profesores promover sus opiniones políticas durante las sesiones de enseñanza y de participar o pedir apoyo a los boicots académicos contra los institutos israelíes, medida que ha sido impulsada por activistas pro palestinos de todo el mundo.
El código también requiere que los institutos académicos establezcan una unidad para monitorear la actividad política en el campus. Los profesores que tengan quejas presentadas contra ellos podrían enfrentar una citación disciplinaria de la institución y, si la actividad continúa, entonces es posible una acción disciplinaria adicional, según el código.
“El código ético propuesto formulado por el profesor Asa Kasher elimina de los institutos académicos la libertad de establecer las reglas para el comportamiento y la conducta de los miembros del personal académico”, dijeron las autoridades universitarias en el comunicado.
Los jefes universitarios exigieron que se les diera la oportunidad de expresar sus objeciones durante un debate sobre el código por parte del Consejo de Educación Superior.
Bennett defendió el código, diciendo que evitaría que los profesores promovieran agendas políticas en los institutos académicos y que se aplicara por igual tanto a la izquierda como a la derecha del campo político.
“El asunto no está dirigido contra ningún lado político, y de cualquier manera nadie tiene ninguna razón para objetar”, dijo Bennett.
“Absoluta libertad académica – sí. Avanzar una agenda política por un profesor – no. Es inaceptable que los estudiantes tengan miedo de expresar sus opiniones en clase debido al temor por sus calificaciones, o que los profesores pidan un boicot a la institución donde enseñan”.
El Presidente de la Unión Nacional de Estudiantes Israelíes, Ram Shefa, también protestó por el código y explicó que los representantes sindicales se reunieron con Kasher hace meses cuando estaba formulando las directrices.
Los estudiantes expresaron su objeción al código mientras apoyaban su derecho a expresar su opinión sin miedo a las consecuencias. “El código está lejos de su ostensible objetivo ético. Todo es político y es imposible separar entre la política y otras áreas de la vida, y más aún en la academia”, dijo Shefa.

Kasher rechazó las críticas al código, acusando a los jefes universitarios de comportarse como rabinos ultraortodoxos. “Es el instinto conservador de un grupo que quiere preservar su poder”, dijo en un discurso en la Universidad Bar-Ilan.
Él acusó a los críticos del código sólo por ser iniciativa de Bennett. “¿Cuál es el problema con el código de ética? Su problema se llama Bennett, el momento en que Bennett firma algo, la izquierda está en contra”.
Se dirigió a los llamamientos de profesores radicalizados a un boicot académico contra Israel, diciendo que son perjudiciales pero no pueden ser sin consecuencias: “El día en que causen daños, el día en que la comunidad europea decida romper sus lazos con Israel y nos veamos obligados a despedir a los asistentes y profesores, llamaremos a la policía, pero aún no estamos allí. Es una pesadilla lejana que supongo que no se hará realidad”.

La crítica también vino de los políticos, entre ellos el diputado Ofer Shelah (Yesh Atid), que la comparó con una forma de “policía del pensamiento”.
Erel Margalit (Campo Sionista) lo llamó un “código político cuyo único propósito es silenciar voces y hacer que los profesores tengan miedo”.
Tzipi Livni de Campo Sionista escribió en Twitter que el código es “un documento que no es ético ni válido. Es un paso más de los gobernantes para silenciar y borrar cualquier debate y libertad de pensamiento, esta vez en la academia. Es adecuado para regímenes oscuros, no para Israel”.
Bennett, en su propia cuenta de Twitter, acusó a Livni de no leer el documento.
“Sí Naftali, lo leí”, respondió Livni. Espero que la lectura todavía esté permitida. No te devuelvo una palabra. ¿Usted aplica el código ético al rabino Levinstein como educador también? Sólo preguntaba”.
Livni se refería a Yigal Levinstein, jefe de una academia religiosa pre-ejército que en marzo causó un alboroto después de hacer comentarios misóginos contra las mujeres soldados del ejército.