La polícía israelí permitió a visitantes no musulmanes (entre ellos judíos) visitar el Monte del Templo; a pesar de la ausencia de funcionarios de la Waqf (una entidad jordana que tiene a su cargo la custodia el recinto). Se trata de la primera vez en años que judíos pueden visitar el sitio sagrado sin ser escoltados por representantes de la organización jordana.
Generalmente, funcionarios de la Waqf escoltan a los visitantes judíos para asegurarse de que cumplan con las regulaciones del status quo, que permite a los hebreos visitar el lugar pero no rezar en el lugar sagrado.
A raíz del ataque, perpetrado por tres terroristas árabes israelíes que ingresaron ilegalmente armas al Monte del Templo, la policía israelí instaló detectores de metal y cámaras de seguridad en las entradas al recinto. Las nuevas medidas desataron protestas por parte de la Autoridad Palestina, la Waqf jordana y el Gobierno jordano, que reclaman que se retorne a la situación anterior.
Durante el fin de semana, la policía detuvo a tres funcionarios de la Waqf, sospechosos de haber brindado asistencia a los terroristas.
Mientras tanto, la Cámara de Diputados del Parlamento jordano llevó a cabo una ceremonia encabezada por el presidente del órgano legislativo en homenaje a los terroristas, que asesinaron a dos policías israelíes.