Alrededor de un centenar de israelíes marcharon por el centro de Jerusalén para protestar contra lo que describieron como movidas políticamente volátiles que aumentarán, esta semana, las tensiones con los palestinos.
La manifestación organizada por varios grupos de izquierda denunció la decisión de Estados Unidos de trasladar su embajada de Tel Aviv a Jerusalén, así como la celebración anual del Día de Jerusalén, que incluye una marcha políticamente cargada a través del Barrio Musulmán de la Ciudad Vieja.
Los manifestantes llamaron a «dejar de aumentar las tensiones, difundir el odio y las provocaciones que socavan las posibilidades de paz».
«Estamos hartos de los políticos cínicos que intentan ganar capital político a nuestra costa. Quien realmente ama a Jerusalén, pelea por su educación e infraestructura, no transfiere aquí la embajada de Estados Unidos, que solo generará violencia», manifestó uno de los organizadores de la protesta, Sof Pitishi, en un comunicado.
La manifestación fue organizada por el grupo de convivencia “Standing Together” (Resistiendo juntos) y “Paz Ahora”, la organización no gubernamental que monitorea el crecimiento de los asentamientos en Judea y Samaria (Cisjordania).