Funcionarios norteamericanos comienzan una semana de reuniones con oficiales de seguridad israelíes, en la ronda final de negociaciones para acordar un nuevo paquete de ayuda militar para los próximos diez años.
Fuentes norteamericanas indicaron que Israel estaría dispuesto a aceptar la exigencia de Washington de que todo el dinero sea usado para la compra de equipos militares fabricados en Estados Unidos.
La delegación israelí en Washington está encabezada por el general de brigada (retirado) Yaakov Nagel, quien se desempeña actualmente como director del Consejo de Seguridad Nacional.
Las discusiones están “encaminadas a cerrar” el Memorando de Entendimiento (MOU, por sus siglas en inglés), que será la ayuda militar más grande otorgada alguna vez a un país extranjero en la historia de Estados Unidos.
Se estima que el acuerdo ronda los 38 mil millones de dólares para los próximos diez años (3.800 millones de dólares anuales), e incluirá el financiamiento del programa de misiles, un ítem que estaba fuera del actual MOU (de 3.100 millones de dólares anuales) que expira en octubre de 2017.
El primer ministro, Biniamín Netanyahu, está lidiando para que se le permita gastar alguna parte de esos dólares en la industria militar israelí; mientras que Estados Unidos está negociando para eliminar esa cláusula.
El desacuerdo principal gira en torno a la insistencia de Washington de descartar la cláusula que le permitía a Israel gastar el 26,3 por ciento de la ayuda norteamericana en su industria militar y otros 400 millones de dólares para el combustible para sus aeronaves -subsidios al que no está autorizado ningún otro país que recibe asistencia de Washington-.
El acuerdo cuyos orígenes se remonta a la década de los ochenta ayudó a desarrollar la industria de defensa israelí, que ha florecido, ayudando a convertirse a Israel en uno de los diez principales exportadores de equipos bélicos del mundo, y en algunos campos competir con las empresas estadounidenses.
Según los reportes, en la segunda mitad de la década, Israel incrementará gradualmente la cantidad que gasta anualmente en Estados Unidos, hasta que toda la ayuda sea invertida en el mercado doméstico norteamericano.
Israel había reclamado un aumento de la ayuda militar estadounidense, argumentando que el acuerdo nuclear firmado por las potencias mundiales con Irán el año pasado, representa una amenaza existencial para el Estado judío.
Cuando se vayan el musulman Obama y los nefastos Bankimoon y Hollande y la zurda europea se caiga a pedazos en Bruselas,sera tiempo de que Bibi y Liberman, echen del gobierno a los cuervos, incorporen a partidarios de Herzog y Lapid, anulen Oslo, fijen y cierren, unilateralmente, fronteras seguras, retirando al ejercito y las fuerzas de seguridad israelies, devuelvan a Jordania el resto de Cisjordania, lo mismo Gaza a Egipto y que estos países se encarguen de dar alimento,agua, energía, trabajo y seguridad a esta gente y que, después de los próximos 50 años de Paz, estos paises puedan negociar el status de los árabes que hoy se autodenominan palestinos.
ALEVAY