A pesar de las advertencias sobre una crisis humanitaria y un posible estallido de violencia; Israel redujo la cantidad de energía eléctrica que suministra a la Franja de Gaza, a pedido de la Autoridad Palestina (AP).
La Autoridad de Energía y Recursos Naturales Palestinos anunció en un comunicado que Israel redujo en ocho megavatios-hora la cantidad de electricidad que suministra a la Franja.
Israel había estado proveyendo 125 megavatios-hora a Gaza y ha sido, desde hace dos meses, la principal fuente de energía dejando al territorio controlado por el grupo terrorista islámico Hamás con solamente entre cuatro y seis horas de electricidad diaria.
Sami Abu Zuhri, el portavoz de Hamás, manifestó que Israel “carga con la responsabilidad de las consecuencias de la reducción” porque, según argumentó, “deduce impuestos de las mercancías importadas a Gaza y esos impuestos son suficientes para cubrir la factura de la electricidad de Gaza y aún más”.
Ciertamente, Israel deduce impuestos a las mercancías que ingresan a Cisjordania y Gaza, y trasfiere religiosamente esos dineros a la Autoridad Palestina, en conformidad con los Protocolos de París (un anexo económico de los Acuerdos de Oslo). De otra manera, la AP entraría en quiebra.
La Autoridad de Energía y Recursos Naturales Palestinos explicó que esta reducción de Israel es una “media inicial” para “gradualmente” implementar la decisión de la AP de reducir significativamente el suministro de energía a Gaza.
El presidente palestino, Mahmud Abbás, anunció una reducción del 40 por ciento del pago de la factura como una de las medidas de presión financiera que está tomando contra Hamás para que devuelva el control territorial del enclave costero que mantiene desde 2007.
Israel, encargado de la distribución energética mediante los pagos de la AP, aprobó recientemente en el Consejo de Ministros la medida que ahora se ha hecho efectiva.