Israel rechazó una oferta rusa de mantener a las fuerzas iraníes en Siria a 100 kilómetros de su frontera norte en los Altos del Golán, señaló un alto oficial israelí tras el encuentro que mantuvo el ministro de Exteriores ruso, Sergey Lavrov, con el primer ministro, Biniamín Netanyahu, en su residencia en Jerusalén.
Israel se aferra al reclamo de que no se le permita a Irán mantener ninguna presencia militar en Siria, destacó el oficial. Más aún, el Estado judío exige que todos los misiles de largo alcance sean eliminados del país árabe vecino y que toda fábrica que esté produciendo misiles guiados de precisión allí sea cerrada, añadió la fuente.
Además, Jerusalén le ha pedido al Kremlin que garantice que todos los sistemas de defensa aéreos que protegen a las fuerzas iraníes y sus aliados sean retirados de Siria. Finalmente, Israel pidió el cierre de los pasos fronterizos entre Siria y Líbano y entre Siria e Irak para impedir que las armas iraníes sean ingresadas de contrabando a Siria.
«Esta ha sido una reunión muy importante en un momento significativo, durante la cual profundizamos en muchos detalles, produjimos mapas e intercambiamos inteligencia, y explicamos con gran detalle nuestra política», manifestó el alto funcionario que pidió mantenerse en el anonimato.
A la reunión de dos horas entre Netanyahu y Lavrov asistieron también el ministro de Defensa, Avigdor Liberman, el jefe del Consejo de Seguridad, Meir Ben-Shabat, el jefe del Estado Mayor, teniente general Gadi Eizenkot, y su homólogo ruso el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Rusia, general Valery Gerasimov, y otros altos oficiales.
«El vínculo entre nosotros es extraordinariamente importante y existe, como ustedes han visto, en las reuniones directas que mantengo con el presidente [Vladimir] Putin y entre nuestros efectivos», expresó Netanyahu al comienzo de la reunión.
Netanyahu agregó «aprecio» los comentarios hechos por Putin y por el presidente estadounidense, Donald Trump, durante la reciente cumbre en Helsinki, en la cual ambos líderes prometieron tomar en cuenta las preocupaciones de seguridad de Israel al discutir el futuro de Siria.
Rusia está «comprometida» a crear un cinturón de seguridad a unos 100 kilómetros de la frontera norte de Israel, apuntó el alto cargo israelí, destacando que Jerusalén está feliz de que eso suceda como primer paso, aunque seguirá actuando para prevenir el afianzamiento militar iraní en cualquier otro lugar en Siria.
Mientras las fuerzas iraníes tengan la capacidad de disparar misiles de largo alcance contra objetivos israelíes, incluso si están estacionadas fuera de la zona de amortiguamiento propuesta por Rusia, la Fuerza Aérea israelí no dejará de actuar para proteger a los ciudadanos israelíes, puntualizó el alto funcionario.
La «aspiración» rusa de crear una zona de 100 kilómetros en la que ni las fuerzas iraníes ni las milicias aliadas a Teherán estén presentes es insuficiente para Israel, añadió el alto funcionario. «Irán quiere convertir a Siria en un segundo Líbano. Y estamos decididos a evitar que eso suceda».
Cuando se le preguntó cómo reaccionaron los funcionarios rusos ante las demandas israelíes, el alto funcionario respondió:
«Escucharon con atención. Conocen nuestras demandas, pero hoy recibieron una gran cantidad de información detallada».
El funcionario agregó que Israel reveló a los rusos cierta información de inteligencia que les era desconocida hasta ahora.
Previamente, durante la reunión del Gabinete, Netanyahu aseveró que también le señalaría a la delegación rusa que el Estado judío insiste en que Siria debe cumplir el Acuerdo de Separación de Fuerzas de 1974, y que «Israel continuará actuando contra cualquier intento de Irán y sus aliados» de establecer una presencia militar en Siria».