El Gobierno dio un paso hacia la despenalización del consumo de marihuana con la aprobación de una serie de medidas que rebajan las condenas por el uso personal y posesión de esa droga.
El Consejo de Ministros dio luz verde a un proyecto propuesto por los ministros de Seguridad Interior, Guilad Erdán, y de Justicia, Ayelet Shaked, para multar a quien es detenido las tres primeras veces por el consumo de esta droga, informó el diario Haaretz.
La primera sanción será de 1.000 shekels (250 euros), que se duplicarán o triplicarán según el número de arrestos.
Solo en la cuarta detención se afrontará un procesamiento judicial, como actualmente contempla la ley, y, en el caso de que el consumidor sea un menor, le serán imputados cargos solo si rechaza recibir tratamiento.
Ahora se trabajará en la creación de un comité interministerial que debatirá cómo poner en marchas las nuevas medidas y que deberá presentar sus conclusiones antes del próximo 7 de mayo, según el portal de internet Times of Israel.
Israel, uno de los líderes mundiales en investigación y producción de marihuana terapéutica, va hacia adelante en lo que se refiere a la legislación sobre la droga «con cautela, de manera controlada», dijo el primer ministro, Biniamín Netanyahu, sobre el plan.
Saul Kaye, cofundador de la compañía ICAN -acelerador tecnológico de la industria israelí del cannabis terapéutico-, dio la bienvenida al paso en un comunicado y aseguró que, «aunque no legitima su uso, reducirá la percepción negativa de la planta como ‘inmoral’ o ‘criminal’, aumentando la apertura a sus propiedades médicas y para el bienestar».
Hace un mes, miles de ciudadanos se concentraron en Tel Aviv para exigir la completa legalización del uso de drogas blandas y que no se sancione a los consumidores. EFE
Se supone que los árabes suelen fumar hashis en sus narguiles. La marihuana es mucho menos adictiva que el tabaco y aun que las bebidas alcohólicas, entre quienes las toman sin moderación. Los científicos concuerdan que si se comienza a fumar después de la adolescencia casi no causa daños neurológicos. Antes si puede provocarlos. Aunque siempre afecta la memoria de corto plazo y obliga a un mayor esfuerzo al usuario para concentrarse bien en lo que está haciendo. Sí puede exacerbar la depresión, pero en quién tiene motivos para padecerla. Muchos artistas la aclaman como promotora de mayor ingenio y creatividad. Además, de que sus efectos mentales juzgados indeseables no tienen que estar en las substancias que contiene la marihuana, porque todos tenemos canabiniodes naturales secretados por nuestro propio cuerpo, sino en su interacción con nuestra alma, nuestro estado de consciencia. Algo, que también se nota en quienes ingieren alcohol en exceso, que es mucho más deshinibitoria ante frenos morales y éticos, que la misma marihuana. No deja de ser una planta de poder, cómo las que los shamanes usan para poder entrar en otros estados de conciencia.
Al margen de lo nocivo o no, que pueda ser esta y otras plantas, debieran ser libre de intervenciones estatales en todo el mundo, asi como lo son el cigarrilllo y/o bebidas alcoholicas. Los beneficios serian multiples, a saber entre otros, habria que desarmar los organismos de seguridad tan costosos ya que al ser libre, evitaria las mafias que dejarian sin sentido su trafico , dejaria al libre albedrio a los consumidores que asi como lo tienen los productos antes nombrados, quien quiere joderse los pulmones y otros males fumando y/o bebiendo hasta destruirse el higado, no tiene una niñera estatal que se lo prohiba. Ya es hora de dejar de conducir a los ciudadanos como Ganado, la medida de lo justo o no de consumir lo que cada uno quiere tiene que recaer sobre las mismas personas.
Justamente el gusto por lo prohibido es lo que atrae la curiosidad de los jovenes y hace que esa simple curiosidad se convierta luego en vicio. Y el mundo se organiza, entre los Buenos (los servicios de seguridad), los malos (las mafias) y los damnificados (los jovenes) que son atraidos intencionalmente para que todo este sistema, siga funcionando asi.
El principal problema a la hora de legalizar el consumo y la venta de las drogas blandas, hachís y marihuana, es que se convierten en la puerta de entrada de otras drogas más peligrosas, tanto para los consumidores como las mafias. Tampoco es tan inocua, precipita enfermedades psicóticas en personas predispuestas y su consumo abusivo es perjudicial para trabajar, estudiar, o peligroso al conducir bajo sus efectos. En España el hachís de Marruecos es la droga más consumida desde la llegada de la actual democracia, pero ha pasado de droga mística, si es entre un porcentaje significativo alguna vez llegó a tener este calificativo, a formar una parte de poca importancia en el amplio cóctel de drogas, clásicas y artificiales, que actualmente la irrespetuosa juventud española consume como parte de una diversión juerguista.
No tenemos 2 cms. de frente; así nos va en casi todo. Basta ya de frivolidades y de demagogia barata al respecto. El consumo de cualquier sustancia de drogas hay que combatirlo sin cuartel y caiga quien caiga. Los dramas personales, familiares y sociales no tienen límites. Una auténtica locura. Un paso atrás muy grande. Ya nos arrepentiremos con dolor.
y eso es bueno?