El ministro de Defensa, Avigdor Liberman, calificó la prueba de un misil iraní capaz de alcanzar Israel, de provocación a Estados Unidos y de amenaza para el mundo entero.
Irán anunció con bombos y platillos que probó con éxito un nuevo misil de alcance medio, desafiando las advertencias de Washington de que estaría dispuesto a abandonar el acuerdo nuclear, a raíz del programa de misiles de Teherán.
«El misil balístico que fue lanzado por Irán no sólo es una provocación y una bofetada a Estados Unidos y sus aliados –además de un intento de probarlos- sino también una prueba más de las ambiciones iraníes de convertirse en una potencia mundial y amenazar a países del Medio Oriente y a todos los países del mundo libre», manifestó Liberman.
«Mientras algunos hablan en el lenguaje de las amenazas, el fortalecimiento de las capacidades de defensa del país continuará e Irán no buscará el permiso de ningún país para producir varios tipos de misiles», aseveró desafiante el ministro de Defensa iraní, Amir Hatami.