La Fuerza Aérea atacó una instalación abandonada que estaba siendo usada por el Estado Islámico en el Golán sirio, en respuesta al ataque de ayer con proyectiles de mortero y armas livianas contra una patrulla israelí.
El objetivo era una instalación abandonada por la ONU -cuando sus observadores fueron secuestrados por los terroristas islámicos, hace dos años-, en Wadi Sijan, y que estaba siendo usada por los combatientes del Estado Islámico como base de operaciones cerca de la frontera con Israel.
Aviones de combate de la Fuerza Aérea lanzaron diez bombas de una tonelada cada una. Los terroristas usaban el lugar como base de entrenamiento y arsenal. Aparentemente, la instalación estaba vacía cuando fue bombardeado.
“Esta es la continuación del ataque llevado a cabo ayer para impedir que los terroristas regresen a la instalación que constituye una amenaza sustancial en el área”, explicó un portavoz militar.
Una escaramuza tuvo lugar el domingo cuando una patrulla de reconocimiento de la Brigada Golani estaba realizando una operación de emboscada cerca de la valla fronteriza no lejos del moshav (aldea agrícola cooperativa) Nov.
Las tropas de la Brigada Golani habían cruzado la cerca fronteriza; pero, según las fuentes castrenses, aún se mantenían en el territorio israelí, cuando se vieron atacados por los jihadistas desde una ametralladora pesada montada sobre un vehículo.
Los soldados regresaron los disparos. Varios proyectiles de mortero, que fueron disparados también en dirección a Israel desde el lado sirio del Golán, cayeron cerca de la valla fronteriza. Instantes más tarde, la Fuerza Aérea informó haber abatido a los cuatro terroristas que estaban en el vehículo.
Se trata de un incidente inusual. Habitualmente, se supone que los combates entre los rebeldes y las fuerzas del régimen del presidente sirio Bashar al Assad, son la fuente de las balas y proyectiles de mortero perdidos, antes que un ataque intencional por parte de los jihadistas del Estado Islámico.
La política del Ejército de Defensa de Israel (Tzáhal) con respecto a los grupos rebeldes y jihadistas sunitas desplegados en el lado sirio de la frontera se puede caracterizar como “vivir y dejar vivir”.
De cualquier manera, este último ataque contra el territorio israelí tiene lugar bajo el telón de fondo de los combates entre las fuerzas rebeldes y el ejército sirio.
De hecho, las fuerzas rebeldes anunciaron el sábado una ofensiva para romper el sitio de las tropas gubernamentales sirias a las zonas controladas por los rebeldes.
Algunos observadores atribuyen el incidente al cambio de comandante del grupo autodenominado Ejército Khalid Ibn al Walid (anteriormente denominado “Shuhada Yarmuk” o Brigada de los Mártires del Yarmuk), una organización afiliada de hecho al Estado Islámico y al que pertenecían los cuatro jihadistas abatidos por la Fuerza Aérea israelí.